tribunales en zaragoza

A juicio por un atropello de bus que causó la muerte a un peatón tras casi dos años en coma

Una conductora de Avanza de la línea 35 se enfrenta a una pena de hasta 4 años. Dijo que cruzó en verde, pero una grabación prueba que no fue así.

El accidente se produjo en este paso de cebra de la avenida de Valencia de Zaragoza el 11 de marzo de 2016.
El accidente se produjo en este paso de cebra de la avenida de Valencia de Zaragoza el 11 de marzo de 2016.
Guillermo Mestre

Las calles de Zaragoza registran cada año una media de entre 250 y 280 atropellos, muchos de ellos en grandes avenidas con carriles bus en contradirección. Las campañas de concienciación para que los peatones extremen la precaución al cruzar estas peligrosas vías son continuas, pero las imprudencias también se cometen al volante. De hecho, una infracción de consecuencias fatales sentará pronto en el banquillo a la conductora de Avanza Diana M. G., para la que se piden entre año y medio y cuatro años de cárcel por el atropello mortal que se produjo la tarde del 11 de marzo de 2016 a la altura de los números 51-53 de la avenida de Valencia.

Las circunstancias del caso lo hacen especialmente trágico, ya que las gravísimas lesiones que sufrió José Antonio P. T., de 61 años, al ser arrollado por el autocar de la línea 35 cuando cruzaba un paso de cebra lo condenaron a someterse a cinco intervenciones quirúrgicas y a pasar casi dos años postrado en la cama de un hospital en estado vegetativo. La víctima nunca llegó a recibir el alta médica, ya que falleció el 27 de noviembre de 2017 debido a las importantes secuelas del accidente.

Cuando fue interrogada por los agentes de la Policía Local de Zaragoza nada más producirse el atropello, la conductora del autobús dijo que cruzó el semáforo que precede al paso de peatones cuando estaba en fase verde. Ello y las declaraciones de un par de testigos –uno que viajaba como pasajero en el autocar y otro que iba a cruzar el mismo paso de cebra­– llevaron a concluir que la víctima podría haber empezado a atravesar la calzada de forma irregular, instantes antes de que su semáforo se pusiera verde.

Sin embargo, el visionado de la grabación de una cámara de seguridad instalada en la fachada de la comisaría de Delicias de la Policía Nacional y el análisis de los ciclos semafóricos del cruce donde se produjo el desgraciado suceso dieron un importante giro a la investigación. De hecho, probaron que era imposible que, como dijo la conductora del autobús, su semáforo estuviera en verde: ¿Por qué? Porque este solo tiene tres fases: roja, ámbar fijo y ámbar intermitente.

Basándose en estas nuevas pruebas, los investigadores del accidente remitieron un segundo informe al juez explicando que la acusada debería haberse detenido en el semáforo que precede a la intersección de la avenida de Valencia con Bretón. Y no lo hizo, produciéndose el atropello que terminó costando la vida al vecino de Las Delicias.

Los agentes hicieron constar también en su informe que existe un margen de seguridad de 5 segundos entre el semáforo que se saltó la conductora y el del paso de peatones. Y como el atropello se produjo en un plazo de tiempo inferior, los investigadores entienden que el peatón empezó a cruzar un poco antes de que su semáforo cambiara a verde. En cualquier caso, este paso de cebra tiene también un semáforo que permanece siempre intermitente y que nunca debería haber sobrepasado el autocar.

700.000 € de indemnización

"Una luz amarilla no intermitente significa que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja fija"

Según la acusación particular, a cargo de los letrados Mariano Montesinos y Cristian Anghel Mateescu, en las imágenes se observa cómo la conductora "acciona el freno a la vez que se pone el semáforo en fase roja". "Pero inexplicablemente no se detiene y continúa su marcha saltándose el semáforo en rojo", añaden en su escrito de calificación, en el que además de 4 años de prisión por homicidio imprudente piden que se prive de la licencia de conducir a la acusada, así como 700.000€ para cubrir las indemnizaciones.

La Fiscalía, que mantiene que la encausada atravesó el cruce "despreciando las más elementales normas de conducta", propone una pena de año y medio y 472.673 euros de indemnización, declarando responsable directos a la encausada y a la compañía Allianz Seguros, y como responsable subsidiario a Avanza. El abogado Antonio Morán, que defiende los intereses de la encausada y la empresa Avanza, se basa en un informe pericial que aportó a la causa para afirmar que la conductora no circulaba de forma imprudente. Insiste, eso sí, en que el peatón empezó a cruzar cuando su semáforo aún estaba en rojo.

La familia logró que la Audiencia reabriera el caso

Si no hubiera sido por la familia de la víctima, que se personó en la causa judicial como perjudicada, el accidente que costó la vida a José Antonio P. T. llevaría mucho tiempo archivado y nunca se hubiera celebrado un juicio para dirimir posibles responsabilidades penales. Porque solo 12 días después del atropello el juez instructor entendió que solo cabía hablar de un delito leve de lesiones por imprudencia –despenalizado– y dictó un auto de sobreseimiento.

Sin embargo, los letrados Mariano Montesinos y Cristian Anghel Mateescu recurrieron el archivo ante la Audiencia de Zaragoza, que desdijo al juez y le ordenó que siguiera investigando para aclarar lo sucedido. "Puede decirse que el peatón inició el cruce cuando aún tenía su semáforo en fase roja (...), pero no puede ignorarse la actuación de la conductora", decía el auto de la Sección VI. Y recordaba esta que, según el Reglamento General de Circulación, "una luz amarilla no intermitente significa que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja fija".

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