violencia de género

El hombre que clavó una catana a su novia en Torrero acepta 20 meses de cárcel

La fiscal pedía 4 años, pero al admitir los hechos e indemnizar a la víctima, le rebajó la pena y el agresor quedó libre tras 8 meses en prisión,

Imagen de la vivienda donde se produjo el apuñalamiento y el robo, en la calle Oviedo 32-34, en el barrio de Torrero.
Imagen de la vivienda donde se produjo la agresión, en la calle Oviedo 32-34, en el barrio de Torrero.
José Miguel Marco

José María Sánchez González salió este jueves por la tarde de la prisión de Zuera en la que estaba ingresado provisionalmente desde principios de agosto de 2018 como presunto autor de las lesiones graves infligidas con una catana a la joven que entonces era su pareja.

El juicio por esta agresión se celebró por la mañana en un juzgado de lo Penal de la capital aragonesa. La Fiscalía y la acusación particular solicitaban inicialmente una condena de cuatro años de cárcel que accedieron a rebajar a 20 meses después de que el acusado admitiera los hechos e indemnizara a la víctima con 3.000 euros por las secuelas que le han quedado. La conformidad llevaba aparejada igualmente la suspensión de la pena, que el juzgado le concedió al no tener antecedentes penales.

La agresión se produjo en la madrugada del 29 de julio del año pasado en el piso que la pareja compartía en la calle Oviedo del barrio de Torrero. José María Sánchez, conocido como Chemari, y la joven, de 24 años, iniciaron una discusión que fue subiendo de tono y sus gritos terminaron oyéndose en el edificio.

Un vecino se asomó a una ventana y les llamó la atención por la bronca que estaban montando, lo que motivó que José María Sánchez se encarara con él y lo retara a bajar a la calle para pelearse. Pero antes de salir de casa cogió dos catanas y como la joven le censuró su actitud, le clavó una de ellas en una pierna, a la altura de la ingle.

La mujer comenzó a sangrar abundantemente y, aunque la hoja no llegó a alcanzarle la arteria femoral, de no ser por la rápida atención recibida por una ambulancia que acudió al lugar tras ser requerida por los vecinos, las consecuencias podrían haber sido peores.

José María Sánchez huyó del lugar y aunque la Policía lo buscó durante la madrugada y al día siguiente por el cementerio y la zona de pinares del barrio zaragozano, no pudo localizarlo. De hecho, ese mismo domingo regresó al domicilio, cogió las joyas de la mujer y los efectos de valor que allí tenía y se marchó a Salamanca, donde tiene conocidos que lo ocultaron hasta que los agentes del Grupo de Homicidios lo situaron en la capital salmantina, donde fue localizado y detenido el 2 agosto.

Mientras, la joven estuvo ingresada tres días en el Hospital Miguel Servet. Durante ese tiempo tuvo protección policial permanente, ante el riesgo de que su pareja pudiera presentarse en el centro sanitario. En los primeros días, la joven no se mostró colaboradora con los investigadores del caso, según contaron entonces fuentes policiales.

A los agentes que se entrevistaron con ella en el hospital les llegó a contar que la agresión no había sido intencionada, y explicó que los cortes habían sido accidentales y causados cuando trató de mediar entre su compañero sentimental y el vecino con el que estaba discutiendo. No obstante, al final se decidió a denunciarlo y este jueves se celebró la vista oral, en la que estuvo representada por la abogada Olga Oseira.

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