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Mara, el influjo del sol con 2.000 años de vigencia

La Bodega Augusta Bílbilis, de José Antonio Ibarra, que deriva de dos generaciones previas de productores, maneja criterios de biodinámica para crear los vinos Samitier y Segeda.

A apenas un cuarto de hora de Calatayud, con menos de 100 habitantes en los meses fríos, Mara tiene uno de los mayores tesoros arqueológicos de Aragón: los restos de la ciudad celtíbera de Segeda. Un municipio agrícola y ganadero, con pocos jóvenes que, sin embargo, tienen clara su elección vital y laboral. José Antonio Ibarra fundó hace una década a Bodega Augusta Bílbilis, que produce media docena de vinos bajo las marcas Samitier y Segeda; le llaman ‘el riojano’, porque de La Rioja vino su abuelo, y es el más mediático de los emprendedores de Mara.

"La gente aquí es muy mayor, apenas se han registrado 4 ó 5 nacimientos en la última década –explica José Antonio– y aun así, con la población envejecida, gozamos de ciertos servicios. Hay dos bares, el Casino y el Tole, así llamado por el apodo del padre del dueño, Pedro, cierra por las tardes pero dan un buen servicio al pueblo. También hay tienda y carnicería, las llevan dos hermanas; la carnicería es de una de ellas y su esposo ganadero, que también es el alcalde: Javier Peiró. Vicente Estella es el otro ganadero del pueblo. A mí me ayudan mucho, porque conseguir estiércol de animales en libertad para el abono de los campos es un verdadero problema por ahí".

María Jesús Ibarra es la jovencísima dueña de la tienda. "Siempre me ha gustado el pueblo, no me va mucho la ciudad; aquí estoy bien, tengo a mis hermanas, mis padres… además, acabo de ser mamá; hace cinco meses que nació Miguel. La tienda es para cosas cotidianas, pero en temporada se venden muy bien los melocotones de mi marido, que es de Belmonte: son buenísimos. A mitad de agosto ya tengo; las ciruelas también gustan mucho".

José Antonio es bilbilitano, pero sus raíces paternas en Mara son directas. En este 2019 ha vivido un arranque de año duro por problemas de salud, pero sigue con el espíritu en alto. "Mi bodega es muy pequeña, una cueva donde hacía vino mi abuelo hace 80 años; está certificada para producción ecológica, y practico la biodinámica. ¿Qué es esto? Para muchos, una locura, pero a mí me funciona. Por ejemplo, hablo con las viñas y les agradezco lo que me dan; cuando fermenta la garnacha blanca le pongo discos de Queen, y al vino criando en barricas le pongo jotas de Nacho del Río, que es primo hermano mío, incluso ha venido a cantarles en directo".

La cosa no se queda ahí. "El sol y los planetas también hacen su aporte. Por ejemplo, en un estomago de vaca metes flores de manzanilla, lo entierras y con eso traes a la Tierra la información de Júpiter. Otro ejemplo: para dar vida a la tierra, en vez de echar abono, coges un cuerno de vaca, lo rellenas con excremento animal y lo entierras en la finca en los meses de invierno. Más: las enfermedades en las viñas suelen venir causadas por hongos. Así que cogemos sílice, la machacamos en un mortero y la metemos en un cuerno de vaca que al menos haya tenido un parto; la entierras en verano en la finca y ese cuerno hace de antena, recoge la información del sol y se aloja en ese polvo de piedra. En otoño desentierras ese cuerno, guardas la sílice y cuando llega el momento de que broten las viñas, que es ahora cuando entra la primavera, coges apenas cuatro gramos y sulfatas una hectárea. La cultura egipcia también tenía muy clara la importancia del sol".

Los vinos Samitier y Segeda (garnacha, syrah, coupage de ambas, macabeo y garnacha blanca en ediciones limitadas) acumulan premios nacionales y elevadísimas puntuaciones en la prestigiosa guía Peñín. "Mi hija Patricia cursa tercero de enología en La Rioja y tiene 20 años, iba a estudiar Químicas, pero le dije que se pensara lo de la enología, que aquí tenía una buena salida. Resulta que le ha encantado; el día que acabe puede buscar plaza en una bodega grande o venir aquí. Entonces nos plantearemos ampliar o no, la inversión sería grande. Sí he puesto ocho hectáreas más de garnacha, el resto son viñas viejas, y mínimo porcentaje de syrah mejora a la garnacha: más color, más consistencia y aroma, potencia en boca… eso sí, es una uva que sobrevive poco más allá de la década. Cojo gente para acciones específicas como la poda, rayar o ‘esbornizar’ la hojas y la vendimia, que aquí se hace a mano, como antes". Aviso a navegantes: tras el verano harán falta brazos en las viñas de Augusta Bílbilis.

En datos

Comarca: Comunidad de Calatayud

Población: 181

Distancia a Zaragoza: 93 km

Los imprescindibles

Iglesia de San Andrés

El edificio actual es obra del siglo XVI, remodelado en el XVIII. De su primitiva fábrica conserva la torre y el ábside. La torre es de planta cuadrada; se divide en tres cuerpos, más remate octogonal culminado con chapitel metálico.

Vulcanalia

Vulcanalia se celebra en agosto desde hace 15 años gracias a la Asociación Mara Celtibérica y el ayuntamiento; se hace una recreación del combate victorioso de los segedenses y numantinos contra Romaceltíbera y se visita Segeda.

Volantazo al calendario

En la civilización romana el año comenzaba en el mes de marzo. Al amurallarse, Segeda enfadó a Roma, que decidió adelantar el inicio del año de marzo a enero para poder organizar antes las tropas que querían mandar a Segeda.

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