Los tribunales juzgarán por un delito continuado de abusos sexuales a un hombre de 28 años que mantuvo una relación sentimental con una chica de 14. Los dos se conocieron en febrero de 2018 en una barbacoa cuando él tenía 27 años y la menor acababa de cumplir 14. A raíz de ese encuentro comenzaron a mantener contacto a través de Facebook y en marzo ambos, de común acuerdo, decidieron iniciar una relación sentimental.

Desde entonces se vieron en persona y, según las investigaciones judiciales, quedaron en el domicilio del adulto y mantuvieron relaciones sexuales completas con pleno consentimiento de la menor al menos en dos ocasiones y utilizando preservativo. La relación se mantuvo hasta que en el mes de abril la madre de la menor, que había notado un cambio en los resultados escolares y ausencias al instituto, descubrió la relación y presentó una denuncia ante la Policía Nacional.

Los agentes arrestaron al sospechoso en la puerta del instituto donde solía recogerla y dejarla frecuentemente. Al ser interrogado, B. A. B. dijo que no sabía que la chica tenía 14 años y que se había enterado de su edad hacía unos días. Hasta entonces pensaba que tenía “por lo menos 17”. El hombre, al que asiste la abogada Carmen Sánchez, admitió que había tenido relaciones sexuales con ella y que habían sido de mutuo acuerdo. En su descargo, declaró que era la menor la que insistía en verle y le mandaba continuos mensajes y videollamadas.

Mientras, la menor corroboró todo lo declarado por el adulto y dijo que no le había obligado a hacer nada que no quisiese. También que cuando él le había dicho que era menor y “podía ser un problema” ella le había contestado que “no lo iba a tomar muy en serio como novio”.

Aunque haya consentimiento, el Código Penal castiga con penas de dos a seis años de cárcel al que realice actos de carácter sexual con una persona menor de 16 años. La pena se eleva de ocho a doce años cuando exista acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal.

Como medida preventiva y mientras se tramita el procedimiento, la juez instructora de la causa ha prohibido al procesado acercarse a la menor a menos de 50 metros y comunicarse por ella por cualquier medio, medida que acuerda teniendo en cuenta la gravedad del delito, la edad de la menor y la posibilidad de que lo hechos puedan repetirse dado que no hay constancia de que hayan puesto fin a su relación.