zaragoza

Retiran una tonelada de alimento no apto para el consumo de uno de los bazares de comida asiática más grandes de Zaragoza

La comida se encontraba con un etiquetado inadecuado, caducada o en mal estado y expuesta a la venta en el local de la calle de Marcial. 

El Seprona de la Guardia Civil ha incautado una tonelada de alimentos no aptos para el consumo humano que estaban a la venta en un establecimiento comercial del centro de Zaragoza. Concretamente, los productos en mal estado fueron hallados en uno de los mayores bazares asiáticos de alimentación de la ciudad, situado en la calle de Marcial, junto al Paseo de la Gran Vía.

La incautación se enmarca dentro de una serie de actuaciones destinadas a verificar las condiciones higiénico sanitarias de productos alimenticios expuestos a la venta al público. La mercancía fue localizada cuando agentes del Seprona, acompañados de personal del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, realizaron una inspección el el citado local.

En el interior, los agentes hallaron diferentes productos de alimentación -cárnicos, conservas, carne y pescado congelados, productos manufacturados...- que carecían de las condiciones higiénico sanitarias necesarias para ser consumidos. Según refleja la Guardia Civil en un comunicado, dichos productos se encontraban en estanterías y cámaras frigoríficas del comercio, listos para ser comprados por los clientes. Los productos tenían un etiquetado inadecuado -que no se hallaba en español-, superaban la fecha de caducidad o estaban mal conservados.

Además, los agentes localizaron una cámara frigorífica en el interior de las instalaciones, donde se almacenaba la carne y el resto de productos que se pondrían a la venta que presentaban las mismas características inadecuadas que los anteriores.

Productos intervenidos

Durante la inspección se intervinieron 326,100 kilos de carnes congeladas, que se encontraban en la zona de dispensador de las carnes y una cámara frigorífica interior, y estaban caducados o carecían de etiquetas desconociéndose su origen; 129,900 kilos de pescado congelado, envasados con caducidades y fecha de consumición preferentemente superadas e incluso alguno de ellos con alteraciones organolépticas por rotura de cadena de frío.

Asimismo, 395,500 kilogramos de productos envasados, de diversa procedencia, cuya caducidad y fecha de consumo se hallaban superadas; y 100 kilos de productos sin el correspondiente etiquetado en castellano.

Una vez examinada la mercancía y tras verificar que no era apta para consumo humano, fue retirada del establecimiento y destruida posteriormente, a excepción de los 100 kilos de productos que se hallaban mal etiquetados, que quedaron inmovilizados hasta que subsane esta deficiencia que será verificada nuevamente por el Servicio de Sanidad.

Por todo ello, el propietario del establecimiento, un hombre de nacionalidad china, fue denunciado por detectarse infracciones a la Ley de Sanidad que se corresponden con la caducidad de los alimentos, falta de etiquetado y condiciones inadecuadas de conservación e higiénico sanitarias de los productos.

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