gastronomía
El primer restaurante chino de Zaragoza
Hace 60 años se abrió en Zaragoza uno de los primeros establecimientos de comida china en España
"Cuando tenía 16 o 17 años me llamaba la atención ver la carta del restaurante Pekín, en García Sánchez, 37. En ella aparecía, entre los diferentes platos, el arroz tres delicias pero lo que más me sorprendía era leer otros como ‘sopa de aleta de tiburón y sopa de nido de golondrina’, rememora Jesús Laboreo, portavoz de la asociación de Cafés y Bares de Zaragoza.
Aquel establecimiento fue uno de los primeros restaurantes chinos que abrieron sus puertas en la capital aragonesa a mediados de los 70 del siglo pasado. A partir de esa década los locales de este tipo comenzaron a proliferar en la capital aragonesa y ya en los 80 vivieron una expansión que propició que, a comienzos de los 90, la capital aragonesa contara con 35 locales especializados en comida china. Hoy, “alrededor de 20 siguen abiertos en la ciudad, aunque llegó a haber 45”, cuenta Luis Kiu, propietario de los restaurantes Sakura.
Por otr lado, la cifra de bares regentados por chinos es bastante superior en la actualidad: “más de 750”, señala Laboreo. Un número que se ha triplicado desde 2010, cuando la cantidad estimada era de unos 200 bares.
Pero mucho antes de todo esto, otro restaurante chino comenzó su actividad en Zaragoza. Fue uno de los primeros que se abrieron en España y, posiblemente, el primero de este tipo en Zaragoza según recogía una información publicada en las páginas de HERALDO en 1959. A finales de los 50, aparecieron los primeros establecimientos de comida china en Madrid y Barcelona, principalmente. Al poco tiempo, la capital aragonesa también vivió la apertura de uno de ellos en una importante vía de la ciudad.
A Manolo González, propietario del restaurante Portal Asturiano, la historia de aquel local asiático inaugurado hace 60 años no le suena a chino. Lleva al pie de su negocio, ubicado en el paseo de Fernando el Católico, 17, desde 1976 y recuerda que antes que el suyo estuvo allí el restaurante Ducal y que, en los años 50, “lo primero que hubo aquí fue un establecimiento frecuentado por los americanos de la base, después pasó a ser un restaurante chino y luego el Ducal, regentado por Jesús Murría Maicas”.
En septiembre de 1959, HERALDO dedicaba una elogiosa crónica firmada por Yanguela al restaurante Chino, como así se llamaba aquella peculiar y novedosa casa de comidas dirigida por “Mr. Ma” y cuyo propietario era “Mr. Che Kay Sheen”. El texto señalaba que “hay actualmente en nuestro país ocho o diez restaurantes chinos, distribuidos entre las principales poblaciones, pero ha sido precisamente nuestra ciudad a quien ha correspondido el mejor de todos” y destacaba, entre otros detalles su decoración: “Una valiosa colección de pinturas y bordados realizados en seda que dan al comensal una clara noción del exquisito refinamiento artístico que caracteriza al legendario país asiático. Faroles de seda y madera, pinturas, biombos, dragones… en fin, el trasplante misterioso y poético de un pedazo de la inmensa China a la capital de Aragón. Eso es Restaurante Chino” .
Entre los platos de la carta se hacía referencia a un menú compuesto de “sopa de espárragos pekinesa, tortilla mandarín, pollo al gusto chino y de postre, plátano frito con miel. Una auténtica comida china en plena Gran Vía”.
De los propietarios de este restaurante nada se ha sabido después. "Es posible que cambiaran de ciudad o que volvieran a China. Los dueños de aquellos primeros restaurantes ya no viven en Zaragoza. Tal vez, los propietarios del restaurante Formosa, en Fernando el Católico. 61, sean los más veteranos de los que que continúan al frente del negocio desde la década de los 80", explica Luis Kiu.
Al menos, hoy sabemos cómo era la fachada y el interior del restaurante Chino de Fernando el Católico, 17 gracias a una postal que Manuel Zaragoza, miembro del grupo de Facebook Fotos Antiguas de Zaragoza, publicó en abril del pasado año.
Los chinos, sin embajada... pero con restaurante
En marzo de 1973, España y China normalizaron sus relaciones diplomáticas en París para allanar el camino hacia la apertura de embajadas en Madrid y Pekín. Al año siguiente, Pérez Gállego daba cuenta en HERALDO de que la delegación diplomática de la China Popular se alojaba en el hotel Palace a la espera de acomodo definitivo y subrayaba que “en Madrid, la promoción de ‘lo chino’ sigue viento en popa, aunque solo sea a costa de la cocina de aquel país. A este paso, dentro de poco tiempo vamos a disfrutar en esta Villa de más restaurantes chinos que de tabernas gallegas. Este fenómeno no puede ser más lógico: la cocina china es una delicia de calidad y variedad”.
