“Vivir en Ramón Pignatelli es vivir entre basura e inseguridad”

Los vecinos de la calle Ramón Pignatelli y su entorno han vuelto a denunciar las situaciones con las que tienen que convivir a diario en las puertas de sus casas: suciedad, muebles que se amontonan en las calles, chinches, tráfico de drogas, okupas y tirones son las cuestiones que más preocupan a los residentes, que advierten de que la convivencia ha empeorado en los últimos seis meses. “Esta siempre ha sido una zona complicada, pero no tanto como desde el verano pasado hasta ahora”, comenta uno de ellos.

El pasado mes de noviembre, el colectivo ‘Calles dignas’ ya alertó de la presencia de ratas en la zona y pidió una mayor presencia policial. La entidad, que lleva luchando desde 2015 contra el deterioro de su entorno, considera que el problema se ha cronificado. “Nos hemos reunido con el Ayuntamiento, Urbanismo, el Plan Integral del Casco Histórico (PICH), la Junta de Distrito, la Policía Local y la Nacional, porque es un problema estructural y es necesario que se impliquen todos”, explican. También quieren tratar el asunto con Servicios Sociales, pero todavía están pendientes de ser recibidos por sus responsables.

L. R.

Las calles más conflictivas son José Zamoray, Agustina de Aragón, Mariano Cerezo, Miguel de Ara y la propia Ramón Pignatelli. Ahí es donde, según los vecinos, se concentra el mayor número de viviendas habitadas ilegalmente. “Tenemos contabilizados seis bloques de pisos invadidos, que no okupados”, apunta un afectado, que distingue entre quienes okupan una vivienda para “poder vivir dignamente y sin molestar al resto del barrio” y entre quienes “no se comportan cívicamente” y dan problemas. “Hay basuras en la calle las 24 horas, enganches a la luz, cables por todos los sitios, amenazas…”, aseguran desde el colectivo.

Además, quienes viven en esta zona tienen claro que el tráfico de drogas es algo habitual, por lo que reclaman la instalación de cámaras de videovigilancia y más efectivos policiales para tenerlo controlado. “Nosotros lo sabemos. Nos preguntamos si eso no lo ve la policía”, señalan. Asimismo, instan a los agentes a actuar de oficio, ya que temen que sus avisos a la policía tengan represalias. “No podemos denunciar a unos y a otros, porque a ver cómo salimos a la calle al día siguiente…”, lamentan.

Todo ello ha generado entre los vecinos de esta céntrica zona de la ciudad una considerable sensación de inseguridad, ya que según sus testimonios, las peleas y los robos también son frecuentes. “No sabes si algún día te va a tocar a ti”, lamenta uno de los integrantes de la plataforma. El ruido, especialmente en verano, también afecta a la calidad de su sueño. “Hay vecinos de mi bloque que han llegado a cambiar el turno en el trabajo para no tener que ir por la mañana, ya que por la noche no duermen”, cuenta. En otros casos más extremos los afectados han llegado a pasar algunas noches en hoteles para asegurar su descanso.

La rehabilitación de Pontoneros, una oportunidad para la regeneración

Para tratar de lavar la imagen de la calle Ramón Pignatelli y sus adyacentes, el Plan Integral del Casco Histórico (PICH) ha puesto en marcha diversas iniciativas. Uno de estos proyectos fue ‘Limpio te quiero más’, que se inició en noviembre para mejorar las fachadas, los comercios y la limpieza del Casco, además de abordar el problema del ruido. No obstante, desde el colectivo ‘Calles dignas’ consideran que el programa no ha generado cambios sustanciales en el barrio y demandan más actuaciones en profundidad. “Seguimos en contacto con ellos para intentar buscar soluciones entre todos, pero pedimos un poco más de implicación”, apuntan.

Una de las posibles soluciones a la situación que viven los vecinos de este entorno pasa, según ellos, por la rehabilitación del viejo cuartel de Pontoneros, una iniciativa de ZEC que el PSOE ha tumbado en varias ocasiones. Su reforma supondría “una buena oportunidad para comenzar a regenerar la zona” y piden a los políticos que dejen a un lado sus zancadillas y se pongan de acuerdo para actuar en beneficio de los ciudadanos. “Una cosa son los políticos, que cambian cada cuatro años, y otra los vecinos”, señalan.

Por último, califican positivamente “el compromiso por parte de todos los partidos políticos” del plan de regeneración urbana del entorno de las calles Agustina de Aragón y Ramón Pignatelli, una propuesta de CHA aprobada por unanimidad en el debate sobre el estado de la ciudad. Sin embargo, para que se le dé un verdadero impulso, reclaman que las partidas para ello se incluyan en el presupuesto del PICH. “No queremos convertirnos en un barrio elitista, solo queremos dormir y poder abrir las ventanas en verano”, concluyen.