Un empresario de Zaragoza lleva a juicio a un amigo al que prestó medio millón de euros

La Audiencia Provincial juzgará próximamente a Arturo Miguel S. V., un empresario cántabro para el que la Fiscalía pide tres años de prisión y 4.320 euros de multa como presunto autor de un delito de apropiación indebida. Le exige también la devolución del más de medio millón de euros que otro empresario zaragozano y amigo le prestó para hacer frente a un "problema puntual de solvencia", dinero que nunca recuperó. De hecho, este último se personó en la causa como perjudicado a través del letrado Javier Osés y propone una condena incluso mayor: cinco años por estafa y otros tres por insolvencia punible, así como multas por importe de 6.720 euros.

Según el escrito de acusación del ministerio público, los hechos se remontan a noviembre de 2005 cuando el encausado, "valiéndose de la relación de amistad" que tenía con el empresario aragonés le pidió prestado el medio millón de euros asegurándole que se lo devolvería en unos días. Confiando en la palabra del encausado y con intención de ayudarle a superar el problema de tesorería, el amigo accedió a prestarle la cantidad que le solicitaba a través de dos transferencias bancarias.

Recuerda la Fiscalía que, dadas las circunstancias, el prestamista no exigió ningún tipo de garantía personal al acusado. Sin embargo, al no devolverse el dinero de forma inmediata, las partes acordaron hacer un contrato de préstamo con la misma fecha en que se hizo entrega del dinero.

Al final, se fueron alargando los plazos y el medio millón de euros nunca se abonaba. Es más, durante ese tiempo, la empresa del acusado entró en un concurso de acreedores que fue declarado culpable "por haberse alzado parte de los bienes" (maquinaria industrial) en perjuicio de los proveedores.