"Es tan corto el regusto y tan larga la fila...". Este jueves no hacía falta ser Pablo Neruda para escribir canciones desesperadas. Tal lamento se escuchaba en la cola de la plaza de Miguel Merino, donde cientos de zaragozanos aguardaban su turno –rodeando el Auditorio– para hacerse con un bocatín de longaniza con motivo del Jueves Lardero. Fueron 5.000 las raciones que se repartieron y, aunque los voluntarios de la ciudad decían que era "colesterol del bueno", el olor a fritanga inundaba la plaza. Acaso fuera fritanga ‘fit’, pues los efluvios de la caldereta y el reclamo de merienda gratis atrajo incluso a un grupo de corredores que se encaminaba hacia el parque Grande. "Hemos hecho un pan como dos tortas, pero un día es un día", bromeaban, olvidándose de las bebidas isotónicas y cogiendo un buen vaso de vino. "¿La Coca Cola es Zero?", preguntaba con sorna un aprendiz de Usain Bolt en mallas.

Desde dos horas antes del comienzo del reparto, un puñado de ávidos carnívoros se iban colocando en la fila. Fila que no parecía excesiva desde Violante de Hungría, pero el gran susto llegaba al doblar la esquina. La espera hizo que algunos desistieran, pero otros se lo tomaron con humor y canturreaban el ‘tractor amarillo’ que tocaba la charanga de Interpeñas. Los periodistas requerían cifras de relumbrón (que si 1.500 barras de pan, que si 600 litros de tinto...) y algún avispado peñista –abucheo mediante– trataba de mover las vallas para evitar la fila y poder merendar.

El Conde del Salchichón se dejó ver por la plaza y fue preguntando a la chiquillería qué disfraces tenían preparados, pero llamó la atención la ausencia de concejales y/o aspirantes a sillón, habida cuenta de que hay una campaña electoral cerca...

Batientes mandíbulas se esforzaban en degustar la longaniza y a más de una señora se le hacía grande la lata entera de refresco. Había, además, ansias por entrar a la Sala Multiusos, donde la Orquesta Titanes ofrecía un espectáculo de música y acrobáticos bailes. Entre los grandes éxitos de ayer, hoy y siempre, no faltaron ‘reggaetones’ y perreos, así como temas más carnavaleros que evocaban al sambódromo de Río. La fiesta siguió, porque este viernes es día laboral y porque hay que guardar fuerzas para el intenso fin de semana de carnaval en el que no faltan actividades.

Además de las fiestas escolares, este viernes se celebrará un pasacalles con trasuntos de los personajes más populares de estas fiestas como las trancas y onsos de Bielsa y los diablos de Luco de Jiloca. Este sábado será el turno de las comparsas de las peñas (cuyo desfile se abrirá a las 18.30 en la plaza de San Miguel) y una docena de compañías de animación preparan la gran verbena infantil el domingo a las 12.00 en la plaza del Pilar.