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El TSJA anula el plan especial del ‘outlet’ Torre Village con el 70% de las obras ya finalizadas

El complejo va "más allá" de los usos que permite el PGOU, según el fallo. ZEC no recurrirá y  suspende las licencias y los promotores acudirán al TS.

En las antiguas instalaciones de Pikolin de la carretera de Logroño ya se han levantado varias naves del futuro centro comercial.
En las antiguas instalaciones de Pikolin de la carretera de Logroño ya se han levantado varias naves del futuro centro comercial.
Toni Galán

Diez meses después de que se iniciara la construcción del ‘outlet’ Torre Village y con el 70% de las obras finalizadas, el futuro del parque comercial de la carretera de Logroño está en el aire. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha declarado nulo de pleno derecho el plan especial bajo el argumento de que "va más allá" de los usos previstos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Los promotores, la empresa Iberebro, anunciaron que recurrirán en casación al Tribunal Supremo y que no pararán las obras, mientras que el Ayuntamiento de Zaragoza, a través del gobierno de ZEC, celebró la sentencia condenatoria y anunció que no la recurrirá.

Este controvertido proyecto tiene origen en el año 2015, cuando el gobierno del socialista Juan Alberto Belloch aprobó inicialmente el plan especial de estos suelos, anteriormente ocupados por la factoría de Pikolin. La aprobación definitiva no llegó hasta octubre de 2016, después de meses de polémica por la oposición al proyecto del gobierno municipal. Finalmente salió aprobado con el voto en contra de ZEC y CHA y el apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos (Cs). Después se dio vía libre al proyecto de urbanización y a las licencias.

Pero cayeron los recursos. Uno de ellos fue el de la asociación ‘Yo compro en Las Fuentes’, acompañada por CC. OO., UGT, IU, Podemos, Ganemos Zaragoza (partido instrumental de ZEC), Federación de Barrios, entre otras entidades. Este recurso es el que ha triunfado en el TSJA.

En la sentencia, se acepta el principal argumento de los recurrentes: que los usos previstos no encuentran cobertura en el PGOU. Tras recordar la jurisprudencia en este sentido, sostiene que la relación entre un Plan General y uno especial se rige por el principio de jerarquía. Por tanto, el segundo documento, que fija el diseño urbano de un sector, no puede alterar "la ordenación estructural", que establece el primero, que tiene rango superior.

Admite que un uso productivo puede tener "diversas manifestaciones, no solo la industrial" y que el propio Plan General "dista de ser claro" a la hora de identificar "el uso dominante" de suelos como los de Torre Village. Pero tras analizar la normativa urbanística llega a la conclusión que ese uso dominante es el industrial y no el comercial o terciario.

Modificación del PGOU

Según la sentencia, el plan especial anulado «no solo no mantiene las limitaciones de usos» establecidas en el PGOU sino que "los amplía y transforma". Para el juez, el Ayuntamiento utilizó "una vía inadecuada" a la hora de regular los usos posibles, dado que lo que tenía que haber promovido era una modificación del Plan General. Recuerda dos informes del servicio de ordenación y gestión urbanística del año 2016.

"El plan especial transforma un sector desde su inicial configuración como industrial (...) en (...) un parque comercial", dice el fallo. Añade que el Consistorio alteró "las limitaciones de uso establecidas" en el Plan General y considera que introdujo "nuevos usos en la ordenación específica del sector" que no estaban previstos en la normativa.

Según la sentencia, este plan especial convirtió en dominantes los usos que en el PGOU solo estaba previstos como admisibles. Tras llegar a esta conclusión, dice que resulta "ocioso" pronunciarse sobre otros motivos del recurso, como los retranqueos proyectados en el sector o las cesiones del 10% del aprovechamiento para fomentar el comercio minorista.

Las obras continúa

Iberebro no solo confirmó que recurrirá al Supremo (tiene un mes para hacerlo), sino que continuará con las obras, dado que la sentencia no es firme.  De hecho, mantiene los plazos de apertura para este otoño. La empresa dijo que, bajo el amparo de las licencias municipales, el 70% de los trabajos de edificación están completados. Añadió que la zona ‘outlet’ posee licencias de actividad y que el porcentaje de comercialización supera el 60%.

Recordó que este plan está vinculado a un convenio de 2008 entre el Ayuntamiento y la empresa para garantizar la continuidad de la fábrica de Pikolin en Zaragoza a cambio de que la tramitación urbanística para esos terrenos pudieran admitir una superficie comercial. Apuntó que el proyecto supone una inversión de más de 100 millones de euros y la generación de 1.000 empleos directos y 8.000 indirectos.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, celebró el fallo y anunció que va a suspender todas las licencias –las concedidas y las que estaban en tramitación– relac ionadas con el proyecto. Señaló que la sentencia afecta al proyecto de urbanización y las licencias. Y añadió: "Incluso las expropiaciones están fuera de la ley". "Hoy es un día grande para el comercio de Zaragoza", dijo Muñoz, que cargó contra PP, PSOE y Cs. "La empresa, apoyada por este tripartito de moda y contra los informe municipales, metió por la gatera un centro comercial de grandísimas dimensiones en un suelo industrial".

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