Que la música está tremendamente ligada a nuestros sentimientos y recuerdos es prácticamente un secreto a voces. Pero, ¿se imagina poder interpretar nuestros estados de ánimo para fomentar la creatividad musical del artista? Un avance de estas características podría suponer el fin del bloqueo creativo, o, al menos, un importante avance para quienes tratan de componer música.

Gracias a Emblemotions, un proyecto hispano germano de I+D que aúna neurociencia, inteligencia artificial y computación afectiva, esto podría convertirse en una realidad muy pronto. Se trata de una iniciativa pionera en España que tiene como objetivo el desarrollo de tecnología para plataformas musicales basándose en la Inteligencia Artificial y el análisis de las emociones mediante bioseñales.

Con la Escuela Profesional de Música Avanzada Xprésate (Las Armas) como base de operaciones, y con la colaboración del departamento de Computación Afectiva de la Universidad de Zaragoza (UZ), este mes de febrero arranca el proyecto que se desarrollará durante dos años y contará con la participación de más de un centenar de alumnos y estudiantes de música zaragozanos que se forman en diferentes disciplinas musicales en dicho centro.

“Llevamos más de una década trabajando en la detección de emociones a través de las nuevas tecnologías convirtiéndonos en una universidad pionera en este sentido en nuestro país”, explica José Ramón Beltrán, director del área de Computación Afectiva de la UZ. En su opinión, “este proyecto podría suponer la creación de un ecosistema tecnológico y sonoro con infinitas posibilidades”, dado que se basa en el reconocimiento emocional para la creación de herramientas de recomendación musical en función de las emociones que muestre el artista.

“Hoy en día las máquinas son capaces de hacer muchas cosas, y en muchos casos mejor que los humanos, pero solo saben hacer aquello que se les ha encomendado. Nosotros somos multitarea”, advierte. Por eso, asegura que jamás se podría llegar a suplantar la figura del artista, sino más bien, acompañarla en el proceso de creación.

Precisamente este es uno de los puntos más importantes del proyecto Emblemotions, promovido por el madrileño Alfonso Paredes y el zaragozano Adrián Ligüerre. Algo que nació de la mano de estos músicos amateurs, amigos desde hace más de 20 años, mientras hacían lo que más les gusta: música. El proyecto nacería a raíz de una serie de dudas que empezaron a plantearse inmersos en sus propios procesos creativos: ¿por qué nos gusta tanto este sonido?, ¿por qué conectas con una melodía y con otra no? “En ocasiones, cuando estás inmerso en un proceso de creación pierdes mucho tiempo porque no encuentras lo que estás buscando. Esta herramienta será capaz de empoderar al artista y acompañarle en el proceso de composición musical”, asegura Paredes, CEO del proyecto junto al aragonés.

Pero, ¿cómo?, a través de la interpretación de las bioseñales que envía el organismo cuando se encuentra en un estado de creatividad y priorizando, en todo momento, la figura del artista. “Sería algo así como ayudarle a sacar su sonido interior o su ADN Musical”, resume. “Básicamente interpretaremos aquellas emociones que ayuden a adentrarse de lleno en el proceso creativo, integrando mejoras que fomenten un aumento de nuestra eficiencia y productividad”, señala Ligüerre que actualmente reside en Berlin.

“Para mí es muy emocionante que el proyecto se esté gestando en Zaragoza, creo que ha nacido para desarrollarse aquí”, asegura. Sobre todo porque es el lugar en el que encontraron, casi por accidente, los ingredientes necesarios para avanzar con su proyecto, hasta el punto de abandonar sus profesiones para dedicarse enteramente a esto.

Uno de los mayores enemigos del artista

Por su parte, desde la Escuela de Música Avanzada Xprésate aseguran que, desde el primer momento que escucharon hablar del proyecto, tuvieron clara su participación, ya que ofrece multitud de ventajas contra el bloqueo creativo, uno de los mayores enemigos de cualquier artista. “El bloqueo puede provocar un estado de crisis enorme en situaciones en las que no se pueden permitir, como a la hora de generar la música de una publicidad, por ejemplo. Existen plazos que hay que cumplir”, indica Pedro Bueno, director del centro.

“Como escuela de música avanzada cubrimos todos los aspectos desde el punto de vista formativo, y consideramos que las nuevas tecnologías son fundamentales a la hora de cambiar las reglas del juego”, asegura, en una apuesta clara por la innovación tecnológica aplicada en el ámbito de la formación.