Comienzan los trabajos para instalar el acristalamiento exterior del Mercado Central

Tras reforzar los pilares de forja, la obra se centra ahora en las cubiertas. Ya se ve cómo será la distribución de los puestos.

Nuevas infografías para que los detallistas se interesen por los 19 puestos aún vacantes
Nuevas infografías para que los detallistas se interesen por los 19 puestos aún vacantes
Ayuntamiento de Zaragoza

"Estamos ya con los remates de desagües y canalones y, si el viento nos deja, la cubierta de madera la acabaremos esta semana", explicaba este lunes el arquitecto municipal José Antonio Aranaz, responsable de la ambiciosa reforma del Mercado Central. Estos días pueden verse los vidrios destinados a hacer el cerramiento acristalado de las fachadas laterales aguardando su turno en la calle de Torre Nueva. Está previsto que, junto a las rejillas de ventilación, comiencen a instalarse en los próximos días, con lo que se completará uno de los hitos de unas obras que comenzaron hace nueve meses y terminarán –traslado de los detallistas incluido– para las fiestas del Pilar. En paralelo a la cubierta, se ha estado actuando en los sótanos, donde se han renovado todas las instalaciones salvo la de frío industrial, después de haber conseguido reforzar la estructura del forjado, que estaba en mucho peor estado del que se imaginaba.

De hecho, ese contratiempo obligó a modificar el proyecto original y ha incrementado el gasto previsto en unos 800.000 euros, sobrecoste al que el Ayuntamiento resta importancia porque la desviación es menor al 10% e incluso estaba contemplada en los pliegos (la oferta de la empresa adjudicataria propuso una rebaja del 23%). Si no hay más imprevistos, el precio final de la reforma del mercado diseñado por Félix Navarro a finales del siglo XIX, que está catalogado como Bien de Interés Cultural, alcanzará los 8,8 millones.

Aranaz explicó el lunes cómo será la distribución de los nuevos puestos y, también, detalles sobre "la fachada de muro cortina acristalada" y los perfiles que soportarán los vidrios.

La pintura final de las columnas de forja será gris, "aunque originalmente el mercado estaba policromado con muchos colores: verdes, blancos, naranjas... Creemos que el primero uniforme fue el gris", explicaba el arquitecto, tras cotejar documentos de la exposición Hispano-Francesa de 1908. "Ahora el color lo darán los tarjetones decorativos que se están restaurando y los propios puestos que llamarán la atención con sus productos", añadía.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, informaba también de que el mercado futuro contará con tres ascensores porque la comisión provincial de Patrimonio rechazó las rampas dibujadas en el proyecto original. En la plazuela central de la lonja se ha reservado espacio para cuatro pequeños bares, que contribuirán a dar animación a un recinto en el que todavía quedan 19 puestos vacantes.

El Ayuntamiento los volvió a sacar a licitación el pasado jueves y para ellos se buscan, sobre todo, carniceros y fruteros, que ya comenzarían su actividad en la nueva lonja sin necesidad de pasar por la carpa provisional. "Esperamos una cobertura total, lo que sería un éxito, puesto que ninguna lonja ha conseguido tener el 100% antes de que la obra de reforma concluya", afirmó Muñoz.

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