Cabify solicitó el pasado mes de diciembre una reunión con el Ayuntamiento de Zaragoza que, de momento, no se ha materializado pero que tendrá lugar "próximamente". Así lo confirmaron ayer fuentes del gobierno de ZEC, que achacaron el retraso en la celebración del encuentro a "cuestiones de agenda". El contacto entre la empresa de movilidad compartida y la capital aragonesa llega en pleno conflicto nacional entre el sector taxista y compañías como Uber y la propia Cabify, que utilizan licencias VTC (vehículos de alquiler con conductor) para ofrecer desplazamientos en las grandes ciudades.

De momento, y pese a los guiños mostrados por ambas compañías, Zaragoza se ha mantenido al margen de sus planes de expansión, bien por falta de licencias VTC –limitadas por ley–, bien por considerar que no existe un volumen de negocio suficiente en la ciudad para obtener rentabilidad.

En cualquier caso, desde el gobierno de ZEC quisieron dejar claro que, aunque están "abiertos" a entablar conversaciones con cualquier empresa, su posición es contraria al desembarco de estas empresas en la capital aragonesa y de apoyo al sector taxista local.

Precisamente más de medio centenar de taxis y alrededor de 180 personas viajaron ayer de madrugada desde Zaragoza hasta Madrid para apoyar a los conductores de la capital española, que están en huelga indefinida desde la semana pasada. El sector exige una regulación más exigente para los vehículos de alquiler con conductor. Según explicó ayer desde Madrid el vicepresidente de la Asociación Provincial de Auto-Taxi de Zaragoza (APATZ), Miguel Ángel Perdiguero, aunque estas compañías no han desembarcado aún en la capital aragonesa, los conductores zaragozanos se están solidarizando con sus colegas de otras ciudades porque lo que ocurra en ellas "puede afectarles tarde o temprano".

Nueva regulación

La junta de la APATZ se trasladó al completo a la capital para participar en las protestas. Ayer informaron de que próximamente se reunirán con el consejero autonómico José Luis Soro para pedirle que Aragón apruebe cuanto antes una regulación para que el taxi no se vea afectado por Uber y Cabify, aunque recientemente emitieron una circular interna a sus asociados en la que apostaban por esperar a las próximas elecciones.

"El sector del taxi está muy regulado. Tenemos nuestros días de descanso y ellos (por las VTC) trabajan los 365 días del año", valoró Perdiguero. La caravana de vehículos zaragozanos salió a las 5.00 de la cooperativa. Su intención era llegar hasta el paseo de la Castellana hacia las 9.00, donde decenas de taxis consiguieron bloquear el tráfico, pero la Policía les impidió el acceso al centro de la ciudad y los desvió hasta el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.

Desde la terminal 2 siguieron las noticias que les llegaban de la Castellana, que señalaban que varias unidades de antidisturbios estaban desalojando la avenida. Según informó la agencia Efe, cuando empezaron las cargas policiales, muchos conductores retiraron sus vehículos de la calzada de forma voluntaria, pero otros se sentaron en el suelo y ofrecieron resistencia. En medio de esa situación se vio un taxista zaragozano que había viajado a Madrid con su vehículo el pasado fin de semana para respaldar los paros. Su coche fue uno de los que se llevaron las grúas que movilizó la Policía.

Por la tarde, los zaragozanos desplazados hasta Madrid se manifestaron en la puerta del Sol, sede del Gobierno regional.