Microtaxis en Zaragoza: el antecedente de Uber que ya motivó protestas

Estos vehículos, más pequeños y baratos que los autotaxis, apenas estuvieron un año por las calles de la ciudad por la presión del sector

Isabel Sánchez Espín, primera taxista de Zaragoza. Luis Mompel
Isabel Sánchez Espín, primera taxista de Zaragoza. Luis Mompel
HA/ Sonia Rubio

El antecedente de Uber y Cabify se llamó microtaxi y llegó a pisar las calles de Zaragoza apenas un año. Debido a las protestas del sector -como está sucediendo en la actualidad con los novedosos servicios- el Ayuntamiento decidió retirar estas licencias. Una de sus protagonistas fue Isabel Sánchez Espín, primera taxista de la ciudad.

Fue la otra gran batalla del taxi y se produjo en los años 70 del siglo pasado. Surgió a raíz de un servicio que, con todas las salvaguardas, tiene alguna relación con el de Uber. Los microtaxis eran coches adaptados para tres plazas -más conductor-, cuya tarifa era más barata que la de los autotaxis. El modelo más habitual era el Simca 1200 y estaban pintados de amarillo en su totalidad.

Como recuerda el blog ‘La coctelera animada’, los primeros ejemplares salieron a la calle en Madrid y Barcelona a finales de los años 60. Pese a esto, en Zaragoza no se desplegaron por completo hasta los 70, y en 1974 el Ayuntamiento de la capital aragonesa decidió crear 86 licencias de microtaxi. Ahí se produjeron los choques con los propietarios de autotaxis, que veían como competencia desleal la rivalidad de sus hermanos pequeños, por mucho que su capacidad fuera menor.

Así, apenas un año más tarde, en diciembre de 1975, el Consistorio suprimió el servicio de microtaxis y le elevó la categoría a clase ‘A’, lo que de facto los convertía en autotaxis. Como ha sucedido en Barcelona, entonces las protestas del colectivo de taxistas surtieron efecto.

El 11 de septiembre de 1974, la Agrupación Sindical de Autotaxis de Zaragoza publicó una carta en HERALDO DE ARAGÓN en la que daba forma a sus quejas por la llegada de los microtaxis y que resume bien el sentimiento del sector.

Los microtaxis en Zaragoza: un antecedente a Über que motivó protestas

Tras recordar que la ciudad tenía una ratio de un taxi por cada 490 habitantes (1.046 vehículos en total con capacidad para 4.184 plazas, para un transporte diario de 170.000 personas) y que Zaragoza mantenía también las "tarifas más bajas", lo que daba lugar a que los profesionales del volante tuvieran que hacer jornadas laborales de entre 12 y 14 horas, el sector advertía ante la llegada de los nuevos competidores.

Recordaban que las 86 licencias de microtaxis aprobadas no daban para que alguien estuviera "esperando quince minutos o más hasta encontrar un 'micro' libre" y alertaban de la "ruptura" que podían producir estos vehículos "en el gremio". "Hasta 1940 -muchos zaragozanos lo recordarán todavía- había varias tarifas en el servicio de taxis, según la calidad del vehículo y su estado de conservación. Aquellas diferencias creaban discriminación en el público y entre los taxistas", afirmaban en la carta. Y se preguntaban a continuiación: "¿Qué se pretende? ¿Volver a discriminar entre usuarios de primera y de segunda? ¿Discriminar entre taxistas de primera y de segunda? Es absurdo volver a situaciones ya superadas".

Como se ha dicho, la primera taxista zaragozana fue una de las conductoras de aquellos microtaxis; lo hizo no como propietaria, sino que trabajaba para un tercero. Isabel Sánchez Espín, que falleció hace casi un año, en febrero del año pasado, entró en servicio en abril de 1975, como muestra la portada de este periódico, en la que Sánchez va a bordo de un Simca 1200. En la entrevista, sin embargo, la mujer no hizo mención a la polémica sobre los microtaxis que ya estaba en marcha en la ciudad.

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