Polémica por la instalación de varios semáforos en un cruce de Valdefierro
La nueva señalización ha salido adelante gracias a una propuesta de los presupuestos participativos de 2018, aunque muchos vecinos se quejan de las retenciones que se producen en la zona, sobre todo en hora punta.
La instalación de varios semáforos en el cruce de las calles Orión y Aldebarán, en Valdefierro, ha generado multitud de quejas entre los vecinos de la zona, que aseguran que la nueva señalización, lejos de agilizar el tráfico, genera retenciones en las horas de más circulación.
En total, son siete los semáforos que, desde hace solo unos días, regulan el tránsito de vehículos en la intersección, en la que anteriormente solo había un stop para quienes circulaban por Orión hacia la avenida Manuel Rodríguez Ayuso. Y a juzgar por las quejas de algunos vecinos en las redes sociales, la decisión no ha sentado demasiado bien a parte de los conductores. Así lo han reflejado en una página de Facebook dedicada al barrio, donde señalan que los nuevos semáforos no hacen sino empeorar la comunicación de Valdefierro. Hay quienes también apuntan a que la duración de los discos en rojo es excesiva, y que los conductores tienen que esperar detenidos aunque no se aproxime ningún vehículo en otras direcciones. Otros consideran que el número de peatones que cruza el paso de cebra que hay a la altura de la antigua sucursal bancaria no es elevado y que, por tanto, los semáforos son una medida excesiva. El malestar es tal que incluso han iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para pedir al Ayuntamiento de Zaragoza su retirada.
En cualquier caso, la colocación de los semáforos ha sido posible gracias a una propuesta realizada en los presupuestos participativos de 2018, aunque su instalación ya se había barajado en años anteriores.
El escrito de la propuesta ciudadana, realizada el 23 de febrero de 2018, asegura que se trata de un cruce muy peligroso y con mucha circulación de vehículos ligeros y pesados, ya que por Aldebarán discurren las líneas 24 y 36 de autobús. Además, según la propuesta de mejora peatonal, es una zona por la que diariamente pasan muchos vecinos del barrio para ir al centro comercial y al colegio público. Por ello, instaban al consistorio a agrandar las aceras en las proximidades de los pasos de peatones, a elevar los pasos de cebra para reducir la velocidad de los vehículos, a cambiar la dirección de alguna de las calles o, en su defecto, a la colocación de semáforos, tal y como ha ocurrido. La propuesta recibió un total de 115 apoyos y ha tenido un coste de 72.000 euros.
Un tiempo de adaptación para evaluarlos
Los representantes de las asociaciones vecinales del barrio, Aldebarán y Las Estrellas, coinciden en que no hay que sacar conclusiones precipitadas y tiene que haber un tiempo de prueba y adaptación para evaluar su funcionamiento y acostumbrarse a ellos.
Para Emilio Picazo, portavoz de la Asociación de Vecinos Las Estrellas, se tendría que haber dado preferencia a la salida de vehículos, pero no cree que el generado por los semáforos sea un conflicto grave.
El problema, según Picazo, es que la calle Orión soporta a diario un gran volumen de tráfico por ser una de las pocas salidas que el barrio tiene hacia el norte. Desde el Alcampo hasta Los Enlaces hay cuatro o cinco entradas para el barrio, pero salidas hay una o dos y para de contar, explica. Además, Picazo recuerda que, desde el año 1986, está prevista la construcción de dos puentes para atravesar el Canal y conectar Valdefierro con Montecanal y Rosales del Canal. Es necesario reconsiderar esta opción cuando ya son cerca de 6.000 los vehículos que hay en el barrio, apunta el presidente. Las salidas hacia el norte tendrían que estar mejor planificadas. A estas alturas no deberíamos tener tapones en esa zona, ya que no se dan en ningún otro sitio. Eso es que falla algo, lamenta.
Al margen de las críticas, Picazo anima a que los vecinos hagan aportaciones en positivo sobre las actuaciones que se llevan a cabo en el barrio y hace un llamamiento a la prudencia, pues cree que es necesario un proceso de adaptación. Si se ve que al final los semáforos resultan un problema, no creo que sea algo que no podamos solucionar, apunta.
En la misma línea se manifiesta Juliana Algaba, presidenta de la Asociación de Vecinos Aldebarán, que aboga por dar un plazo de prueba, ver cómo funcionan y aportar alternativas constructivas. Si han costado 72.000 euros no van a arrancarlos, explica Algaba, que señala otras opciones como programarlos en ámbar o ponerles un pulsador para pedir el paso.
Y aunque la presidenta reconoce que en las horas que coinciden con la entrada y la salida del colegio sí que se generan atascos, es partidaria de la regulación del cruce. Era una zona con mucho volumen de tráfico y la curva con la calle Aldebarán tiene tela. Veían que podía pasar algo muy gordo. Además, Valdefierro no es un monte de cabras. Tenemos que hacernos a la idea de que pertenecemos a una ciudad grande en la que debe haber semáforos, concluye.