Los Forqué, en Zaragoza

Conseguir ser la sede permanente de la gala de los premios cinematográficos José María Forqué es una oportunidad para la promoción de Zaragoza.

Un momento de la gala de los Premios Forqué, el pasado fin de semana en Zaragoza.
Un momento de la gala de los Premios Forqué, el pasado fin de semana en Zaragoza.
Javier Cebollada / Efe

La vinculación de Zaragoza al cine y el éxito alcanzado en la dos últimas galas de entrega de los Premios Forqué, celebradas ambas en la ciudad, animan a plantear que se trabaje para que la capital aragonesa se convierta en sede permanente de esta celebración anual en torno al séptimo arte.

Zaragoza, como todas las grandes ciudades del mundo, construye constantemente un relato propio que la debe identificar, singularizar y hacer atractiva para vivir y atraer talento. Este relato es una historia compartida, elaborada a partir de nuestra forma de ser, de nuestros valores y de nuestra historia. Es una forma de mostrarnos como una ciudad cercana, amable y acogedora. Hace diez años, la Expo fue un extraordinario escaparate para que esta urbe, con unas antiquísimas raíces romanas, mostrase su voluntad y capacidad de ser una ciudad de referencia en el sur de Europa. Pero la proyección de la capital aragonesa debe seguir acumulando activos y el cine es una actividad artística que puede servir también para este fin.

El Palacio de Congresos de Zaragoza volvió a reunir el pasado fin de semana a la gran familia española de la cinematografía en una ciudad que revivió una noche llena de glamur. El éxito de esta edición y de la anterior, que también albergó la instalación varada junto al Ebro, plantea la oportunidad de aprovechar este evento anual para potenciar de forma permanente el atractivo de la vieja Cesaraugusta en el siglo XXI. Además, la gala tiene un importante impacto económico que complementa el valor cultural y de imagen. Los premios, que reciben el nombre del director zaragozano José María Forqué, tienen el objetivo de difundir la importancia de la industria audiovisual y la calidad de las producciones cinematográficas españolas. En este contexto, el arte de la gran pantalla debe ser aprovechado para fortalecer el relato de ciudad abierta, amigable y culta.