La arteria principal de La Cartuja Baja será más accesible y pacífica para los peatones

El Ayuntamiento de Zaragoza ha sacado a licitación la renovación parcial del paseo de los Plátanos, en la que se instalarán chicanes para que los vehículos circulen más despacio y se ensancharán considerablemente las aceras.

Paseo de los Plátanos de La Cartuja Baja
La arteria principal de La Cartuja Baja será más accesible y pacífica para los peatones
L.R.

Aceras más anchas para favorecer las conversaciones de los vecinos, chicanes para reducir la velocidad a la que circulan los vehículos y con un firme renovado. Así será en tan solo unos meses una de las calles principales del barrio rural de La Cartuja Baja, el paseo de los Plátanos.

Hace tan solo unos días, el Ayuntamiento de Zaragoza sacó a licitación la renovación parcial de esta vía por un presupuesto base de 119.997, 31 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de aproximadamente dos meses. “Era una reforma muy necesaria, pero queríamos que se llevara a cabo desde una perspectiva de pacificación”, explica José María Lasaosa, alcalde de La Cartuja.

La partida con la que se realizarán las obras forma parte de un convenio firmado entre la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y el consistorio zaragozano. Tanto esta como otras actuaciones llevadas a cabo en el barrio en los últimos meses fueron sometidas a un proceso participativo en el que pudieron tomar parte todos los vecinos.

“Lo que ocurría anteriormente era que en los desarrollos de viales, el protagonista siempre era el vehículo. Ahora se buscan espacios más humanizados”, comenta Lasaosa. “Entre la Junta Vecinal, Movilidad y Distritos, diseñamos un espacio pensado para el disfrute de la ciudadanía”, explica el alcalde, que señala que las aceras del lado izquierdo van a ensancharse entre 1,80 y 5 metros en algunos puntos. Una imagen que distará mucho de la actual, ya que la anchura de algunas aceras no supera los 80 centímetros “y cuando se juntan dos carritos no pueden ni pasar”. En opinión del primer edil, esta nueva configuración permitirá crear zonas que inviten a la conversación y al diálogo de los vecinos del barrio, que en este momento son aproximadamente 2.100. Además, para evitar que los vehículos circulen a velocidades excesivas, en la calzada –que tendrá un ancho de 3,5 metros- se instalarán chicanes, como ya se ha hizo el año pasado en otros puntos de la ciudad.

Tras elaborar el diseño del nuevo paseo, este fue presentado a los residentes del barrio para que pudieran opinar y hacer sus propias aportaciones. De la reunión salieron varias ideas, como la de acercar las paradas de autobús más al centro y la de reducir las tres que hay en la actualidad a dos. “Además, la reforma suponía la pérdida de seis plazas de aparcamiento, pero el Ayuntamiento ha conseguido la cesión de un solar para convertirlo en parquin, por lo que no solo no se han perdido plazas, sino que se han ganado”, apunta Lasaosa, que confía en que las obras comiencen en un par de meses.

“La gente se está volcando”

Además de la renovación del paseo de los Plátanos, los vecinos, a través también de procesos participativos, acordaron llevar a cabo otras actuaciones que ya están ejecutadas como el rebaje de aceras, la primera fase para la construcción de un centro de mayores en el barrio o la adecuación del potrero. También está previsto que se realicen mejoras en los parques.

“Hay un equilibrio de propuestas espectacular, ya que favorecen a personas de todas las edades. Esto nos anima a seguir con este tipo de procesos”, manifiesta Lasaosa, que reconoce que “la gente se está volcando”. “Lo importante es poder opinar y decidir cómo queremos que sea el futuro de nuestro barrio”, considera.

Gracias a otro proceso participativo, en concreto al de los presupuestos de los barrios  rurales de los años 2018 y 2019, los vecinos han conseguido un proyector para el salón de actos del centro cívico, el arreglo del ‘pasete’ del Camino de los Muros y la adecuación de un solar ubicado frente a la Casa de la Juventud. Además, el lunes terminaron de instalar la nueva cartelería explicativa del conjunto histórico y artístico, una propuesta que también salió adelante por medio de los presupuestos. Los carteles se han actualizado, se han bajado en altura para que quienes van en silla de ruedas puedan leerlos mejor y se han incluido códigos QR para ampliar la información a través del móvil.

Asimismo, el barrio contará próximamente con tres composteros comunitarios para transformar los restos orgánicos en abono; uno en los futuros huertos sociales, otro en el centro y uno más en el colegio. La iniciativa, que ya funciona en otros lugares como Pamplona desde hace varios años, es posible gracias a un convenio de CCOO y el Ayuntamiento de Zaragoza.

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