Moneva toca a rebato: todos a gozar del pueblo

Las asociaciones culturales locales, las peñas y el ayuntamiento se alían para mantener un calendario de actividades que invite a la visita de los ausentes varias veces en el transcurso del año.

José Luis Artal contempla el 'volcán' de Moneva, un ejemplo espectacular de diapiro salino.
José Luis Artal contempla el 'volcán' de Moneva, un ejemplo espectacular de diapiro salino.
Laura Uranga

El alcalde de Moneva, Luis Martín Mareca, tiene una larga carrera en la abogacía a sus espaldas; a falta de conocer la dirección del pulgar judicial en un par de sentencias –una de ellas, relativa a un asunto de terrenos privados invadidos en La Muela, con la ex alcaldesa María Victoria Pinilla involucrada, en una causa que ha durado 14 años– Luis sigue haciendo con frecuencia los 80 kilómetros que separan su pueblo de Zaragoza para atender los dos despachos que llenan de tareas sus días; el del bufete y el del consistorio.

En Moneva, el punto de reunión que llena de orgullo a habitantes permanentes y puntuales es el centro social, abierto los 365 días del año. Ahí comentaba Luis días atrás con sus concejales José Luis Artal y Asunción Tris los detalles de la fiesta de San Antón, que se celebrará este próximo sábado en Moneva con hoguera, comida y cena de hermandad.

Moneva: calma chicha junto al volcán

La del día 19 es la primera ocasión del año tras la Navidades para una reunión nutrida en Moneva; por suerte, hay bastantes más a lo largo del año. Las asociaciones El Reguero (que preside José Luis) y las Birlas se encargan de ello, en estrecha colaboración con el ayuntamiento; las peñas se encargan de organizar las fiestas por riguroso turno (hay una veintena) y el ayuntamiento se limita a las contrataciones y la supervisión de las cuentas. "Enseguida llegará la andada de San Valero el día 26, fuimos de los primeros en tener asociación de andariegos en la comarca; luego tratamos de mover la cosa cada mes y medio –explican José Luis y Asunción– y el año pasado estrenamos con éxito nuestro trail en septiembre, solidario con el Banco de Alimentos; recogimos 140 kilos y este año queremos llegar a 250, será el 22 de septiembre".

Se unen a la conversación otros dos Artales, Venancio y Domingo. "El apellido abunda mucho aquí, hay desde joteros a médicos, también los de los concesionarios de Porsche y Toyota en Zaragoza vienen de aquí –explican los congregados– y también tenemos un gremio en Zaragoza con mucha presencia de monevinos; el taxi. Aún quedan unos 30 en ejercicio que vienen de aquí. Los de este pueblo sabemos buscarnos la vida, en los años 60 las tres cuartas partes del pueblo se marcharon, y mal que bien han ido prosperando. Se dice que cuando llegaron los americanos a la luna ya había allí uno de Moneva vendiendo olivas".

Lo bueno y lo menos bueno

La abogacía le ha enseñado a Luis un método para resolver problemas y minimizar daños. Además, no es su única área de experiencia profesional: también fue durante años ingeniero en baterías Tudor. "Como alcalde llevo doce años, somos un equipo muy cohesionado y no rehuimos las dificultades sin pelear. Aquí cuando hay un problema, aunque no lo haya creado el alcalde, debe resolverlo el alcalde, y a veces me ponen a parir, incluso éstos –bromea con sus concejales– pero al final nos entendemos, porque todos queremos a Moneva. Las cosas van bien en el ayuntamiento; hay que agradecer la política del actual presidente de la DPZ, y mira que no es de mi partido, porque el Plan Plus ha dado muchas herramientas de trabajo y libertad a los ayuntamientos. Se nota que también es alcalde de un pueblo pequeño, en su caso de Tobed: sabe cómo son las cosas. Aquí, por ejemplo, estamos muy orgullosos de la balsa que hemos hecho, 11.000 metros cúbicos de agua potable. Ha resuelto un problema muy serio de una manera eficaz. Por otro lado, tenemos el problema de la cobertura telefónica. Aquí y en toda la zona, vaya". Los concejales presentes recalcan que en los dos últimos años las averías han sido constantes. "Con cuatro gotas ya se caía todo, a veces pasábamos quince días sin red, y no siempre atendían bien nuestras reclamaciones; en el ayuntamiento hubo que tomar medidas alternativas para que el secretario pudiese trabajar. Así no es plan, y resulta complicado pensar en desarrollos si falta eso".

El club social que hace las veces de bar es un tesoro para los monevinos. "Como un tesoro lo cuidamos. Además, aquí hay pan todos los días, se hace ‘in situ’, haya dos o doscientas personas en el pueblo. Por supuesto –apunta Luis– las partidas de guiñote no faltan; lo único malo es jugar con un torpe como éste y perder", explica, señalando a uno de los presentes, que no se achanta ante la autoridad. "Con una mano atrás te gano, alcalde".

Un ‘volcán’ que no echa fuego
Desde el pueblo se llega tras una cortísima tirada en vehículo, y apenas 10 minutos de paseo. El Mirador es una de las esquinas del ‘volcán de Moneva’. No es un volcán, que quede claro; se trata de lo que comúnmente se llama una olla espartera, y técnicamente un diapiro salino. ¿Qué es el diapiro? Un cuerpo de roca que se ha movido hacia arriba, atravesando y desplazando las rocas que yacen sobre ella. Cuando se visita el diapiro de Moneva no debe esperarse, pues, lava petrificada o fumarolas; eso sí, su espectacular morfología es la consecuencia de millones y millones de años del erosión sobre una masa incursiva de yeso, emergida a través de los estratos que la cubrían. Existe un sendero de pequeño recorrido de 300 metros que parte de la entrada del pueblo, junto al río, ascendiendo hasta la cima donde se encuentra un mirador con un panel explicativo.

En cuanto al patrimonio religioso, la referencia fundamental es la ermita gótica de Sánchez de la Santa Cruz, que únicamente se abre en los días de celebraciones. Está a unos 3 kilómetros del casco urbano; presenta planta rectangular de reducidas dimensiones, data del siglo XIV y parte de su suelo es de baldosa de barro. En cuanto a la parroquia, esta consagrada a Santa Eulalia, patrona del pueblo, y se construyó entre los siglos XV y XVII. Es un templo barroco en el que destaca una torre de tres cuerpos con pervivencias mudéjares, amén de un interesante artesonado interior.

En datos

Comarca: Campo de Belchite.

Población: 103.

Distancia a Zaragoza, su capital de provincia: 79 km.

Los imprescindibles

Fuente y lavadero

El agua está muy presente en Moneva. En la entrada del pueblo se ha restaurado la zona de la fuente y el lavadero (imagen). También hay pozos en la zona de la fuente de la Vega y del Canal, además de un interesante azud del siglo XVI.

El embalse

Se construyó en 1929 con una capacidad de ocho hectómetros, para regular las aguas del Moyuela, las del Aguasvivas y las de algunos arroyos de barranco cercanos. Se comparte con el municipio de Samper del Salz.

San Fausto

La fiesta del santo es en septiembre, aunque Moneva la suele celebrar el segundo fin de semana de agosto o el siguiente a la Virgen; también hay un acuerdo tácito con la vecina Lécera para no solaparse en las celebraciones.


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