Penélope Cruz fue la sirena de las lentejuelas
La alfombra roja podía ser un plantío de exhibición y de la felicidad. Saura recordó a Forqué, Paula Ortiz dijo que querría rodar ya Barbazul y los chicos de OT arrasan

La alfombra es el reino de las sonrisas. Parece que todos, presentadores, entregadores de premios y candidatos, vayan a ganar. Quizá por esa convicción, Edu Soto insistiría luego: "Elena, dilo ya: ganamos todos". Algunos ganaban incluso desde fuera del photocall. José Ramón Ibañéz, alcalde de Calanda, dijo: Si se trata de cine, ahí estamos: con los tambores y Luis Buñuel".
Vanessa Romero pareció anunciar que se iban a llevar las lentejuelas de brillos plateados. Alguien musitó: "Qué belleza. Esta mujer encarna el glamur, Es como una mujer de Hollywood". Poco después de Elena Furiase, de azul y largo, irrumpió Paula Ortiz: la directora de La novia sonrió mucho, recordó que hay que seguir peleando por la igualdad de la mujer. "El guión de Barbazul está acabado y querría empezar a rodar". Otro fotógrafo dijo: "Ha vuelto la delgadez".
Continuaba el desfile. Algunos parecían contar historias por entregas: Antonio de la Torre es muy simpático y tiene ganas de contarse. Igual que Imanol Arias. Los actores de Campeones son un derroche de naturalidad y encanto. Aparecieron Carlos Saura y su hija Anna. Dijo el cineasta: "He sido muy amigo de Forqué, muy cómplice de sus cosas. Me acuerdo de que acudí a un rodaje, con una escena prodigiosa".
Toda de rosa vestida, asomó Alexandra Jiménez, una de las mujeres del año en el cine de nuevo. Y también Aura Garrido; recordó qué feliz había sido en el rodaje de la serie El día de mañana: elogió los guiones, la novela del zaragozano Martínez de Pisón, la labor de Oriol Pla y la dirección de Mariano Barroso. "Es una de las series de mi vida". Poco después, tras Belén Cuesta, Macarena Gómez, el equipo de Carmen y Lola, Jorge Asín y Marisol Aznar, J. A. Bayona o Javier Fesser, apareció Penélope Cruz, con algo de sirena. Llevaba lentajuelas, cómo no. Y dijo que le emocionaba estar en Zaragoza, la ciudad donde empezó en el cine hace 24 años con Bigas Luna.
El cinéfilo Luis Alegre, de pajarita, la flanqueaba con su discreción habitual. Él, como Coronado, sabe ser el galán ideal. Eso sí, cuando aparecieron los chicos de OT, una joven estudiante de periodismo, con su cámara en mano, confesó: "Estoy eufórica".