Favorecer la integración de la población inmigrante con los vecinos de la comarca del Bajo Aragón-Caspe es el objetivo con el que se ha elaborado el primer plan de convivencia. Se trata de un documento que acaba de ver la luz para cuya redacción se ha contado con la participación de los propios implicados.

El pasado mes de septiembre, las autoridades comarcales abrían un proceso participativo para que los vecinos fueran protagonistas de las deliberaciones y obtener así un texto que contemplara la diversidad cultural de la zona. El germen de dicho documento se gestó en mayo, con la elaboración de un primer borrador tras haber realizado un diagnóstico previo de la situación.

Entre otras conclusiones, se establece que esta diversidad viene motivada, fundamentalmente, porque más del 20% de la población de la comarca es de fuera de España, con especial volumen en Caspe, donde con motivo de las campañas agrícolas esta cifra crece. Los datos, recogidos por la comarca en junio de 2018, hablan de la existencia de 62 nacionalidades distintas, siendo Marruecos, Paquistán y Rumanía los países de mayor procedencia. A razón de un extranjero por cada cinco habitantes españoles, la del Bajo Aragón-Caspe es la comarca con más personas inmigrantes de la Comunidad Autónoma.

Con este escenario, el Ayuntamiento y la comarca prestan una serie de servicios en materia de atención sociosanitaria, de vivienda o de asesoramiento e información. Para estructurar todas estas acciones, las autoridades de ambos organismos han elaborado un plan de trabajo cuyo centro es el ciudadano y cuyo objetivo es favorecer la convivencia de todos en este contexto de diversidad.

Tras una primera sesión informativa y de debate, abierta al público y celebrada en octubre, el texto definitivo ya ha sido aprobado y la comarca cuenta con su primer plan de convivencia en la diversidad. En el documento, de 16 hojas de extensión, se habla del contexto social en el que se elabora esta herramienta, así como de sus objetivos y retos y de las líneas estratégicas a seguir.

Éstas pasan por acoger la diversidad cultural, fomentando el uso del español, informando sobre los servicios disponibles o favoreciendo el acercamiento a la cultura y a la sociedad de la zona. Además, se persigue conseguir un conocimiento mutuo y un encuentro entre personas de diferentes nacionalidades. Actuar frente al racismo y la xenofobia, contribuir a la participación activa del ciudadano y que todos los habitantes tengan acceso a las misma oportunidades cierran la lista de las cinco grandes líneas de acción del plan.

Como medida que afecta a todas ellas, el documento habla de la creación de un Observatorio de la Diversidad, que haga posible analizar las acciones que se llevan a cabo para conseguir los objetivos planteados y proponer mejoras.

El documento ya se ha aprobado y se puede consultar en la página web de la comarca del Bajo Aragón-Caspe.