La nueva normativa triplicará el número de patinetes eléctricos en las calles de Zaragoza

Las estimaciones apuntan a que ahora hay unos 600, cifra que subirá a 1.700 tras la regulación. Fuentes del sector creen que la cifra incluso podría quedarse "corta" los próximos meses.

Patinetes de hasta tres empresas, junto a la fuente de la plaza de España de Zaragoza.
Patinetes de hasta tres empresas, esta semana junto a la fuente de la plaza de España.
Toni Galán

El número de patinetes eléctricos de alquiler, esos que tanto se dejan ver por las calles de Zaragoza en los últimos meses, podría triplicarse próximamente. El concurso que ha sacado el Ayuntamiento de la capital aragonesa para regular la presencia de estas empresas prevé que haya 1.700 vehículos en la calle, una cifra que podría duplicarse en los tres años de contrato si el Consistorio lo considera conveniente. Actualmente, fuentes del sector estiman que entre las cuatro empresas que operan en Zaragoza tienen poco más de 600 patinetes, una cifra que coincide con las estimaciones que hace el propio Ayuntamiento.

Ahora trabajan en la ciudad Lime, Voi, Tier y Koko. Se calcula que la primera es la que más vehículos tiene (unos 200), mientras que Koko saca a la calle unos 80 y las otras dos, alrededor de 150. Aunque los usuarios pueden dejar los patinetes en casi cualquier punto de la ciudad, las empresas concentran su presencia de forma mayoritaria en los barrios del centro, en las sedes universitarias y en los equipamientos públicos que tienen una mayor afluencia.

Con el concurso que ha preparado el Ayuntamiento, y que entrará en vigor en los próximos meses, la distribución de los patinetes será más homogénea. El Consistorio obligará a las empresas a dejar a las 8.00 de la mañana un número mínimo de patinetes en cada barrio de la ciudad. Así, 500 de los 850 patinetes que tendrá inicialmente cada una de las dos compañías tendrán un destino fijado. Además, el concurso municipal premiará a las que más vehículos extra ofrezcan dejar en los barrios periféricos.

Por lo tanto, aunque el número de patinetes se triplique, se espera que su distribución sea más homogénea. Al menos, a primera hora de la mañana. Otra cosa será cómo vayan quedando a lo largo de la jornada tras el uso de los clientes.

Para evitar la aglomeración de patinetes en lugares inadecuados –fenómeno que se produce desde que llegó la primera empresa–, el Consistorio va a habilitar áreas de aparcamiento en el Casco Histórico, que serán de uso obligatorio para los vehículos de movilidad compartida, incluidas las bicicletas. Además, las empresas que ganen el concurso se exponen a sanciones de hasta 600 por los patinetes que estén mal aparcados, y deberán tener al menos una persona permanentemente pendiente de los estacionamientos incorrectos.

Los cálculos del Ayuntamiento

Para fijar el número adecuado de patinetes en la ciudad, el departamento de Movilidad y el área de Servicios Públicos elaboraron un estudio para, entre otras cosas, dimensionar la actividad. Sostenían que la cantidad de vehículos "no debe ser reducida" para no desincentivar su uso, pero tampoco demasiado alta, para que no haya patinetes ocupando inútilmente el espacio público. Además, ante la novedad del sistema, el informe estimaba que la cantidad debe ser revisable a lo largo del contrato.

Lo incierto de la evolución del fenómeno hace que los cálculos sean complicados. Para tratar de aproximarse, los técnicos municipales estimaron la posibilidad de que el uso del patinete el año que viene tenga una evolución similar a la que tuvo el sistema de Bizi Zaragoza cuando irrumpió en la ciudad en 2008. Con esta base, se llega a la previsión de que el año que viene haya unos 8.950 usos de patinetes al día.

Se calcula que para que el servicio sea rentable, cada patinete tiene que hacer unos tres viajes al día. Y para que sea adecuado para el cliente, no deben hacer más de diez desplazamientos cada jornada, ya que se corre el riesgo de que se sature –como ocurrió en determinados momentos con el Bizi–. Por ello, ante los casi 9.000 viajes diarios previstos, el informe de Movilidad y Servicios Públicos fija un límite máximo de 2.983 patinetes y un mínimo de 895. Finalmente, el Ayuntamiento estableció en su concurso que sean 1.700, ampliables a 3.400 solo si el propio Consistorio lo cree conveniente. No obstante, fuentes del sector que con la población de Zaragoza y ante la previsible demanda, esta cifra incluso pueda quedarse "corta".

Los vehículos de alquiler no podrán superar los 25 km/h

El concurso que ha aprobado el Ayuntamiento para que dos empresas gestionen los patinetes eléctricos de alquiler en la ciudad regulará el tipo de vehículos que pueden emplear estas compañías. El pliego de condiciones regula que los VMP (vehículos de movilidad personal) deberán tener la velocidad máxima que establezca la normativa vigente, pero que en ningún caso podrán superar los 25 kilómetros por hora.

Además, los patinetes tendrán que tener luz delante y atrás, deberán estar identificados con la marca de la empresa y un número de vehículo, incorporarán un sistema de frenado seguro, tendrán timbre y una antigüedad que en ningún caso podrá superar los tres años. Además, se recomienda que lleven una pata de cabra "que evite o reduzca caídas de los patinetes por el viento", una circunstancia muy habitual en Zaragoza en los días de cierzo.

Cada una de las dos empresas que podrán llevar el sistema de patinetes eléctricos tendrá que sacar a la calle 850 vehículos. Pero además tendrá que tener una "flota inactiva", como reserva para los patinetes que estén averiados o extraviados. Esta flota tendrá que ser al menos un 2% superior a la activa, es decir, deberá tener al menos 17 unidades.

El pliego de condiciones también recoge la posibilidad de que "por razones de interés general" el Ayuntamiento exija la retirada total o parcial de los vehículos de la vía pública. Del mismo modo, la empresa podrá reducir el número de patinetes en la calle previa autorización del Consistorio "si las circunstancias meteorológicas especiales u otras así lo aconsejan". Eso sí, deberán mantener su distribución geográfica homogénea.

Además, en el concurso también se incluye un régimen sancionador para las empresas en caso de incumplimientos. Los catalogados como leves se castigarán con entre 100 y 200 euros, e incluyen la colocación de publicidad en los vehículos, la falta de ornato y limpieza de los mismos, la falta de atención a las incidencias de deterioro o el incumplimiento del número total que debe sacar a la calle. Los incumplimientos graves (entre 201 y 600 euros de multa) son la falta reiterada de mantenimiento de los patinetes, que superen la antigüedad máxima de tres años, que no se distribuyan por barrios como determina el contrato, que no se estacionen correctamente o que se recojan de forma inadecuada. Por último, los incumplimientos muy graves (de 601 a 1.200 euros) son la desobediencia a los requerimientos del Ayuntamiento, el mal estado de patinetes que pueda suponer un riesgo para la seguridad o los incidentes en su recogida.

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