Las empresas deberán colocar por las mañanas un número mínimo de patinetes en cada barrio

El concurso que prepara ZEC obligará a situar en determinados puntos 500 de los 850 vehículos. Varias compañías dan cobertura por casi toda la ciudad, pero reparten los patines de forma desigual

Un grupo de patinetes aparcados sobre la acera del paseo de la Independencia.
Un grupo de patinetes aparcados sobre la acera del paseo de la Independencia.
Mestre

El mapa de la movilidad compartida se va extendiendo por los barrios. Varias de las empresas que operan en Zaragoza -tanto de patinetes como de bicicletas y motos- ya permiten a los clientes dejar los vehículos casi en todos los distritos de la ciudad. Eso sí, la distribución que hacen es muy irregular. La mayoría se concentran en el Centro o en el Casco, así como en los edificios y servicios que tienen una mayor afluencia de gente (la Universidad, los centros comerciales, el tranvía...). Por contra, otras zonas de la ciudad -las que dan menos rentabilidad a las empresas- quedan más desabastecidas.

El Ayuntamiento de Zaragoza quiere acabar con esta situación, y pretende hacerlo mediante el concurso público que va a sacar -en principio, antes de que acabe el año- para regular el fenómeno de los patinetes. Con esta licitación, el Consistorio limitará a dos las empresas que operen en la ciudad. Actualmente hay cuatro: Koko, Lime, Tier y Voi. Las dos elegidas -pueden ser algunas de estas u otras diferentes que quieran entrar- podrán tener 850 vehículos cada una, aunque la cifra es ampliable a lo largo de los dos años (más otro opcional) que durará el contrato.

De esos 850 patinetes, 500 deberán estar situados cada mañana en los puntos que diga el Ayuntamiento. Es decir, el Consistorio obligará a que cada empresa deje un número mínimo en cada barrio. Para fijar cada una de las cantidades el pliego de condiciones atenderá a criterios de población, de superficie y de demanda potencial.

La empresa puede colocar los otros 350 patinetes donde crea conveniente, aunque debe reflejarlo en la oferta que presente al Consistorio. Según apuntaron fuentes de Movilidad, en el concurso se premiarán las propuestas que lleven más vehículos a los barrios, y evite una excesiva concentración en el corazón de la ciudad, como sucede ahora. Otra cosa será la dinámica que lleve el servicio a lo largo del día, cuando se tenderá a concentrar más vehículos en el centro.

Se amplían los territorios

Las compañías de movilidad compartida que operan en Zaragoza permiten a los usuarios dejar sus vehículos en un área determinada de la ciudad. Pueden hacerlo en la calle, ya que el sistema no tiene anclajes, como ocurre con las bicicletas rojas del Bizi. La operativa ya es conocida: el cliente se descarga una aplicación en su teléfono móvil, mediante la cual desbloquea el vehículo. Se desplaza con él hasta su destino y, siempre que esté dentro del área de uso permitida, lo deja en la calle y ‘cierra’ el desplazamiento para que la empresa pueda cobrarle por el tiempo que lo ha usado.

Las cuatro empresas de patinetes citadas han ido modificando los límites en los que operan. Después varias semanas y meses testando el mercado zaragozano, dos de ellas (Lime y Tier) casi calcan las ‘fronteras’ de sus territorios, que abarcan prácticamente toda la ciudad. Solo dejan fuera, en esencia, Arcosur, Santa Isabel y el polígono de Cogullada. La empresa de bicis Mobike (las bicicletas naranjas) también establece unos límites geográficos muy similares.

Koko, la primera empresa de patinetes que se instaló en la ciudad, limita algo más su zona de influencia, ya que deja fuera las calles más periféricas de cada distrito. Lo hace por una cuestión operativa, ya que sus promotores prefieren dar un servicio más reducido, pero que esté más cuidado. La empresa Voi, por su parte, no ofrece estos días en su aplicación el mapa de su ámbito de actuación. En cualquier caso, todas ellas buscan una ubicación atractiva para concitar el mayor número de viajes posible.

La recién estrenada Electric RG, única que ofrece bicicletas eléctricas, tiene de momento un limitado campo de trabajo, centrado en la margen derecha (Centro, Casco, Romareda, Universidad, Torrero...). No obstante, piensan ampliar el negocio a comienzos del año que viene de manera inminente con 160 bicicletas, lo que les permitirá triplicar la flota actual y extender sus ‘dominios’.

Quienes dan un servicio más extenso geográficamente son las motos amarillas de Muving, que cubren prácticamente toda la ciudad, incluidos los barrios de Arcosur y Santa Isabel.

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