Una historia solidaria acompaña al tradicional Belén de Ibercaja

El tradicional Belén de Ibercaja se ha inaugurado este viernes, como cada año, en su sede central situada en la plaza de Basilio Paraíso de la capital aragonesa. Desde ahora y hasta el próximo 6 de enero se podrá disfrutar de esta muestra que forma parte de la ruta navideña zaragozana y que recibe cada año más de 1.500 visitas.

Esta edición tiene varias cosas diferentes. En primer lugar, la entidad ha querido recuperar la historia solidaria y social de este Belén y contarla con una audio guía que se puede obtener mediante un código QR instalado en el exterior de la exposición. De esta forma, los asistentes podrán conocer todas las particularidades y características de este Belén al mismo tiempo que lo visitan.

Otra de las novedades es la instalación de un 'photocall' en el que todo aquel que lo desee podrá llevarse un recuerdo a modo de felicitación navideña.

Por otra parte, y para dar continuidad a la finalidad sociales, se han organizado vistas guiadas dirigidas a jóvenes con discapacidad intelectual de Cedes y Atades, en las que voluntarios de Ibercaja les relatarán la historia.

Como en años anteriores, un Rey Mago que estará situado al lado del nacimiento recogerá las cartas de los niños que así lo deseen durante los días 24, 26, 27, 28 y 31 de diciembre y 2, 3 y 4 de enero, entre las 11.00 y las 14.00.

La historia del Belén

“El origen del Belén de Ibercaja se sitúa en 1945, en época de posguerra, año en el que la Entidad adquirió el Monasterio de Cogullada en el que se montaba un pequeño Belén. Cada año niños de toda la ciudad acudían a visitarlo y pasaban la tarde merendando y viendo una película. En esos tiempos, con los recursos existentes, visitar el Belén de Ibercaja era todo un hito y una tarde de entretenimiento asegurado para los pequeños”.

Así se inicia la historia del actual Belén que, en la actualidad, ocupa 50 metros cuadrados y cuenta con más de 200 figuras. Su estructura, en forma de escalera, permite aprovechar al máximo el espacio de exposición y la sensación de perspectiva. Está construido para ser visto en todo su perímetro, tanto desde el interior de la oficina, en horario de atención al público, como a través del escaparate exterior, las 24 horas del día.

Las figuras son de la escuela castellana, de Olot, murcianas y andaluzas. La arquitectura es de estilo renacentista inspirada en localidades como Albarracín, San Juan de la Peña o Tarazona. Además cuenta con un pozo de 180 litros de agua con entrada y salida, sonido idéntico al que se escucha cuando se está al lado de un río real, y con una potente iluminación que enfatiza los espacios y grupos de figuras.