Una localidad francesa de más de 3.500 habitantes quiere hermanarse con Urriés

La localidad zaragozana de Urriés solo cuenta con 40 habitantes, aunque llegó a tener más de medio millar. Este pequeño pueblo sufrió los efectos de una despoblación que comenzó en las primeras décadas del pasado siglo y pese a ello, sus irreductibles vecinos resisten “todavía y siempre” a ese invasor que es el olvido. Juntos mantienen viva la historia de Urriés y ayudan a que el municipio sea un hervidero de actividades culturales durante todo el año.

En este sentido, la labor del municipio ha llamado la atención de varias localidades europeas interesadas en hermanarse con Urriés. Esta posibilidad es de nuevo fruto de la inquietud de los vecinos y de su alcalde, Armando Soria. “Nos apuntamos hace dos años, aproximadamente, al listado de pueblos que quieren hermanarse con otros pueblos de la Unión Europea, a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En aquella solicitud había que explicar con sinceridad las características del pueblo. Al ser tan pequeño, con solo 40 habitantes, pensé que tendríamos pocas opciones”, explica el alcalde.

Pero un tiempo después, dos municipios franceses contactaron con el Ayuntamiento de Urriés. “Al principio estaban muy ilusionados al conocer la cantidad de actividades que organizamos pero cuando vieron que teníamos apenas 40 habitantes y pocos alojamientos uno de ellos, que cuenta con 1.500 habitantes, se echó para atrás”, añade.

Mientras seguían a la espera de saber si la otra localidad se hermanará finalmente con Urriés llegó la sorpresa: “Saint-Brice-Courcelles, una población del noreste de Francia de más de 3.500 habitantes, se interesó por iniciar los trámites de hermanamiento con nuestro pueblo. De hecho, este pasado viernes una delegación de Saint-Brice-Courcelles vino a visitarnos. Viajaron en tren hasta Biarritz y, desde allí, en coche hasta aquí”, informa Soria.

Los representantes de la localidad francesa fueron agasajados con una cena de recibimiento y a la mañana siguiente realizararon una visita guiada a Urriés, “sus museos, alguna de las bodegas más curiosas del pueblo y otros recorridos culturales por la zona”, cuenta el alcalde.

Los visitantes del país vecino aprovecharon, a su vez, para dar a conocer Saint-Brice-Courcelles a los urriesinos. “El sábado por la tarde nos reunimos los miembros del comité que se está formando con el fin de iniciar los pasos necesarios para el hermanamiento. Tendremos que devolverles la visita y a partir de entonces comenzarán los trámites formales entre ambos ayuntamientos. De este modo, podremos compartir experiencias y proyectos culturales. La verdad es los vecinos de Urriés están muy ilusionados con esta iniciativa”, comenta.

Si todo va bien, Soria apunta que la intención es concluir este proceso “antes de que finalice el primer semestre de 2019”. El hermanamiento entre pueblos y ciudades europeas comenzó tras la Segunda Guerra Mundial, como una forma de reconciliación promovida sobre todo entre Francia y Alemania, que daría lugar a numerosos hermanamientos que continúan uniendo Europa. Una iniciativa que más tarde también se extendería hacia al continente americano.

En palabras de Jean Bareth, uno de los fundadores del Consejo de Municipios y Regiones de Europa el hermanamiento se define como “el encuentro de dos municipios que deciden hacer pública su unión para actuar dentro de una perspectiva europea, para contrastar sus problemas y para desarrollar entre ellos unos lazos de amistad cada vez más estrechos”.

En la actualidad, alrededor de 80 municipios de Europa y Latinoamérica están hermanados con localidades de las tres provincias aragonesas.