El monumento a Mariano de Cavia resplandece de nuevo

La obra escultórica dedicada al periodista zaragozano Mariano de Cavia, primer busto que se colocó en la ciudad en 1921, se acaba de someter a un proceso de restauración.

El monumento a Mariano de Cavia resplandece de nuevo
El monumento a Mariano de Cavia resplandece de nuevo
P. Z.

El monumento dedicado al periodista zaragozano Mariano de Cavia, primer busto que se colocó en la ciudad, inaugurado en la plaza de Aragón de la capital aragonesa por iniciativa de HERALDO DE ARAGÓN el 3 de julio de 1921, se acaba de someter a un proceso de restauración. El Ayuntamiento de Zaragoza inició el pasado 26 de noviembre los trabajos de conservación de la obra esculpida por José Bueno.

El escultor Frank Norton y el restaurador Jesús Sancho han realizado diversas reparaciones en el monumento durante una semana, tras intervenir en otro busto próximo al de Cavia: el dedicado al escritor Julio Monreal Ximénez de Embún, obra de Félix Burriel ubicada desde 1944 frente al edificio de Capitanía.

Las labores llevadas a cabo en el monumento de Cavia “se centran en la limpieza del bronce y su protección con productos especiales, varias actuaciones en el pedestal de granito, la limpieza y afianzado del bronce de la parte inferior del monumento y la colocación de varias letras de bronce y tallaje de otras que han desaparecido”, explica Frank Norton.

Otros dos bustos que se encuentran en el otro extremo de la plaza, el de Marcos Zapata -realizado por Félix Burriel en 1928- y el de Fernando Soteras ‘Mefisto’ -obra de José Bueno inaugurada en 1935- también requieren una intervención. Acerca de estos dos monumentos, Norton avanza que “el Ayuntamiento ya tiene previsto restaurar estas obras escultóricas”.

Fuentes municipales añaden que en este momento también se llevan a cabo trabajos de restauración en las obras 'La siesta' (plaza de Paraíso), los bustos de Joaquín Dicenta y Eusebio Blasco, el monumento de Alfonso I el Batallador (parque Grande José Antonio Labordeta) y que han concluido otros como el de la locomotora de la avenida de los Pirineos así como los de conservación de los restos arqueológicos de la plaza Mayor, en San José.

A lo largo de casi un siglo, el monumento ha sido objeto de varios ataques vandálicos: pintadas, la desaparición de las las letras que originariamente escribían el nombre del periodista aragonés, hasta llegar al más grave, ocurrido en 2007, cuando el busto fue derribado de su pedestal y arrastrado varios metros por el suelo de la plaza.

Un busto casi centenario

A la muerte de Mariano de Cavia en 1920, HERALDO DE ARAGÓN promovió la creación de un monumento en su honor en la capital aragonesa. Previamente, en 1908, el Ayuntamiento de Zaragoza había descubierto una placa en la fachada de la casa donde pasó su infancia -hoy es el hotel Catalonia El Pilar-, un acto al que no pudo acudir el homenajeado.

El busto del periodista fue encargado al escultor José Bueno y se culminó en diciembre de 1920. Se trasladó a bronce en Barcelona y estuvo concluido en el mes de junio del siguiente año. Heraldo de Aragón asumió los gastos de la fundición y la Diputación Provincial de Zaragoza pagó el coste del bronce. La ubicación del monumento en la plaza de Aragón se acordó en pleno municipal y la inauguración contó con la presencia del escritor Vicente Blasco Ibáñez y la asistencia de diversas autoridades.

El monumento a Mariano de Cavia resplandece de nuevo

Unos días antes, HERALDO informaba de que el Ayuntamiento de Zaragoza había invitado a Santiago Ramón y Cajal para que fuera el encargado de inaugurar el monumento pero finalmente fue Blasco Ibáñez quien protagonizó el acto que tuvo lugar aquel 3 de julio de 1921, a las 10.30.

Una multitud se congregó en torno al monumento, cubierto al principio con la bandera de España hasta que fue retirada una vez finalizado el discurso del alcalde de la ciudad, César Ballarín. Los asistentes se deshicieron en aplausos y vivas a Zaragoza y España. Blasco Ibáñez -nacido en Valencia, aunque de padres aragoneses- tomó la palabra una vez descubierto el busto: “Pueblo de Zaragoza: vengo a tomar parte en este acto por derecho propio, como un aragonés más que pide plaza para rendir homenaje póstumo a un paisano excelso y a un amigo del corazón”.

Durante su discurso, el autor ensalzó la figura de Cavia y de varios aragoneses ilustres como el conde de Aranda, Francisco de Goya, Santiago Ramón y Cajal, Eusebio Blasco o Joaquín Costa, y durante su alocución declaró: “Mariano de Cavia fue mi mejor amigo; acaso hablaría con más propiedad diciendo que fuimos hermanos espirituales”.

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