La juez envía al centro de menores al tercer detenido por el crimen de la calle Princesa

Se trata de un joven al que la Policía Nacional considera cooperador necesario del asesinato de Sami Hamidi.

Sami Hamidi, de 20 años, fue apuñalado el 18 de noviembre de madrugada en la calle Princesa.
Sami Hamidi, de 20 años, fue apuñalado el 18 de noviembre de madrugada en la calle Princesa.
Oliver Duch

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza decretó el pasado jueves el internamiento del tercer menor de edad detenido por su relación con el crimen de Sami Hamidi, el joven de 20 años que fue asesinato el pasado 18 de noviembre en la calle Princesa de la capital aragonesa.

Según informó la Jefatura Superior de Policía de Aragón, el menor fue arrestado en la capital aragonesa. Los investigadores del Grupo de Homicidios lo tenían identificado desde hacía varios días, pero han tardado en dar con su paradero porque el sospechoso era consciente de que le estaban siguiendo la pista.

Tras ponerlo a disposición judicial, la magistrada Mercedes Terrer, en funciones de guardia, decretó su internamiento en el centro de Menores de Juslibol, donde desde el pasado 22 de noviembre permanece el presunto autor material del crimen, F.G., de 17 años.

La Policía considera que el detenido el jueves, el tercero relacionado con la muerte de Sami Hamidi, fue cooperador necesario del asesinato. Los testigos presenciales de los hechos siempre señalaron que el presunto autor de los hechos iba acompañado por dos jóvenes de origen latinoamericano cuando atacó a Hamidi. Según ha podido saber este diario, este último detenido sería precisamente uno de esos cómplices.

Las pesquisas policiales aún continúan para localizar a un cuarto joven supuestamente relacionado con el crimen. El entorno de la víctima incluso va más allá y apunta que podría haber dos chicos más involucrados: uno que le había facilitado el arma del crimen a F. G. y otro que le habría jaleado para que asestara la puñalada.

El adolescente que fue detenido cinco días después de los hechos también fue señalado por la Policía como cooperador necesario, aunque tras pasar a disposición judicial y declarar quedó en libertad sin medidas cautelares.

El machete sigue desaparecido

Otra de las incógnitas de la investigación gira en torno al arma del crimen, que no ha sido localizada. Los investigadores del Grupo de Homicidios determinaron que el joven argelino asesinado, que residía en España junto a su familia desde que tenía cinco años, fue atacado con un machete de 14 centímetros de longitud y 5 de anchura.

La puñalada, en la parte posterior del muslo derecho, le provocó un corte de medio centímetro en la femoral y, a pesar de que los primeros policías nacionales que llegaron a la zona y los propios amigos de Sami le hicieron un torniquete con una camiseta de algodón, nade se pudo hacer por detener la hemorragia y salvarle la vida.

Los testigos presenciales del ataque, que se produjo en la confluencia de las calles Princesa y Cortes de Aragón pasadas las 4.00 del domingo 18 de noviembre, señalaron que no hubo una pelea previa entre el agresor y la víctima: apenas cruzaron unas palabras banales y F. G. atacó a Hamidi cuando estaba desprevenido, según declararon en comisaría.

De hecho, la investigación determinó que el ataque se produjo cuando la víctima mortal se encontraba de medio lado, lo que redujo su campo de visión y anuló su capacidad de defensa. Además, el fallecido no presentaba lesiones que revelaran que se hubiese defendido.

Según consta en la causa, el hecho de que presuntamente el menor portara un machete denota que salió a la calle con una intencionalidad clara de causar daño a alguien y asumiendo el riesgo que eso suponía.

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