El Ayuntamiento de Zaragoza abrirá hoy al tráfico la calle de Don Jaime I, a la espera de que el próximo martes retomen sus itinerarios habituales las siete líneas de autobús urbano que se han visto afectadas por los trabajos de elevación de la calzada. El proyecto, que ha permitido eliminar las barreras arquitectónicas, ha supuesto un coste de unos 330.000 euros.

Con la apertura al tráfico concluyen algo más de tres meses de obras, que se han dividido en dos fases. Las únicas actuaciones pendientes estaban en las plataformas para acceder al bus urbano y de algún otro pequeño remate.

A partir de este viernes, los vehículos podrán pasar, pero con una limitación de 20 kilómetros por hora. No obstante, ayer jueves circulaban algunos coches, que entraban en Don Jaime I desde la calle Mayor y salían por San Jorge y que sorprendían a los numerosos ciudadanos que aprovecharon el día festivo para convertir la calle en una plataforma peatonal en su última jornada cerrada al trafico.

La intervención urbanística está pendiente de una tercera fase, dado que, a petición de los vecinos de la Margen Izquierda se ha previsto elevar la calzada en el cruce de Echegaray y Caballero con el puente de Piedra y Don Jaime I. Esta obra obligará a cortar el paseo en febrero durante un par de semanas.

La elevación de la calzada en Don Jaime I ha estado marcada por la polémica desde el primer momento. De hecho, ha habido varios recursos judiciales que solicitaban a los tribunales la suspensión cautelar de las obras, peticiones que no han prosperado.

La actuación ha tenido mucha contestación de vecinos y comerciantes, que temen que la elevación de la calzada vaya a suponer la peatonalización de la calle. ZEC ha negado que exista esta posibilidad, aunque hay informes municipales que aconsejan que después de esta obra se valore la opción de eliminar de forma definitiva el tráfico rodado.

Por otro lado, la tramitación de esta actuación ha generado críticas por parte de la oposición municipal. Hay que tener en cuenta que los trabajos de elevación de la calzada de Don Jaime I se iniciaron de forma inesperada el 20 de agosto, sin que se hubiese formalizado ningún proceso de información y participación.

Los partidos cuestionaron el sistema de contratación, dado que los trabajos no han pasado ningún proceso de licitación convencional, sino que se han encargado a la empresa responsable de la conservación del viario público. Además, se han acometido sin un proyecto arquitectónico formal. Eso ha supuesto críticas por la escasa calidad de la intervención, que no ha permitido una renovación integral de la calle y sus infraestructuras.