Primeras declaraciones del Rey del Cachopo: "No he matado a nadie"

César Román Virute es el principal sospechoso del asesinato de su última novia, la hondureña Heidi Paz Bulnes.

El Rey del Cachopo, detenido en Zaragoza tras el asesinato de su novia.
El Rey del Cachopo, detenido en Zaragoza tras el asesinato de su novia.
Heraldo/Agencias

Tras su detención y el posterior registro de su piso en Zaragoza, César Román Viruete, el empresario conocido como 'El Rey del Cachopo', defendió ante las cámaras de los medios de comunicación su inocencia. "Soy inocente. No he matado ha nadie", fueron sus primeras declaraciones antes de entrar en la que durante los últimos tiempos había sido su vivienda y escondite .

Román es el principal sospechoso del asesinato de su última novia, la hondureña de 25 años Heidi Paz Bulnes. Parte del cuerpo de Heidi, que fue mutilado tras su asesinato, apareció el pasado 13 de agosto dentro de una maleta. Esta se encontraba en una nave de Madrid que Román Viruete había alquilado para el que iba a ser el sexto de los restaurantes de su emporio gastronómico, ya en ruina.

Desde el 30 de julio, solo una semana después de que se denunciara la ausencia de su pareja, nada se sabía del paradero del empresario y fue precisamente la confirmación de la identificación del cadáver de la joven este jueves la que precipitó su arresto en Zaragoza.

La noticia corrió por periódicos y televisiones con fotografías de su rostro  como el principal sospechoso del crimen. Tanto es así, que la mujer que le dio trabajo hace dos meses en Zaragoza le reconoció y no dudó en avisar a la Policía.

El detenido se había presentado a finales de septiembre en el bar como un cocinero procedente de Maracaibo,Venezuela, con ascendentes aragoneses. De hecho contaba con una falsa identidad: Rafael Rujano Contreras, alias Txiki. La dueña del bar Gerardo (ubicado en el barrio de Delicias), Raquel Contreras, afirmó que le contrató a pesar de su falta de destreza con los fogones. Además, detalló que no tuvo problemas para darle de alta en la Seguridad Social con la falsa identidad que Román se había procurado.

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