Cuatro de cada diez alcaldes han solicitado las ayudas para gastos de dietas y sueldos

La Diputación de Zaragoza ha concedido este año ayudas a 111 ayuntamientos (casi el 40% de los 292 municipios de la provincia) que permite a sus alcaldes o concejal en quien deleguen recibir una asignación económica para poder costear los gastos en forma de sueldo o dietas. El objetivo de este plan, que se puso en marcha en 2016, es evitar que a los responsables locales, especialmente de municipios pequeños, les cueste dinero ejercer el cargo político.

Estas ayudas establecían que cada ayuntamiento podía recibir un máximo de 5.800 euros al año, siempre que suscribiera un código de conducta y buen gobierno. Tras el anuncio por parte del presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, el 90% de los alcaldes de la provincia pidieron esta subvención (con un coste que alcanzó 1,3 millones de euros). Este año, las ayudas se enmarcan dentro del plan unificado de subvenciones (Plus) y han sido solicitadas por menos del 40% de las localidades. De ellas, la mayoría pidieron el importe máximo establecido (5.800 euros).

Los supuestos objetos de subvención, ateniéndose a la Ley 7/85 Reguladora de las Bases de Régimen Local, son los gastos derivados del ejercicio del cargo (retribuciones y costes de seguridad social) y las indemnizaciones por los gastos en concepto de dietas, gastos de kilometraje, atenciones protocolarias y representativas.

Fuentes de la institución provincial pusieron de manifiesto que es probable que haya municipios que hayan pedido el máximo establecido y que complementen esa subvención con fondos propios para que su alcalde pueda recibir más de 5.800 euros. Además, es posible también que haya pueblos que dentro del plan Plus no pidan subvención para la asignación económica de su regidor y la financien íntegramente con fondos propios. De hecho, ateniéndonos a los datos del plan de asignación de alcaldes de 2016, parece claro que con la puesta en marcha del plan unificado muchas localidades han preferido destinar el dinero que les concede la Diputación de Zaragoza a otras prioridades y financiar la ayuda a sus alcaldes con recursos propios. La tendencia es que el Plus financie las actuaciones más costosas para reducir todos los trámites que conlleva cada solicitud.

El objetivo con el que nació fue evitar que el ejercicio de alcalde como cargo público resultara "gravoso para la economía familiar, como viene ocurriendo con frecuencia sobre todo en los pueblos pequeños, la mayoría de los de la provincia", tal y como dijo Sánchez Quero al presentar el plan. A cambio, el código ético que tenían que asumir los representantes incluía principios de conducta (integridad, ejemplaridad, imparcialidad) y de buen gobierno (sostenibilidad, descentralización, equidad, igualad, eficiencia o transparencia).

"Llevo 31 años como alcalde y antes no se percibía nada". Enrique Cartiel, alcalde de Anento (93 habitantes) por el PSOE

Enrique Cartiel lleva más de media vida como alcalde (PSOE) de Anento, uno de los Pueblos más Bonitos de España. "Antes no se percibía nada. Esta ayuda la creó la DPZ en 2016 para ayudar a los alcaldes", recuerda. "Si opté al puesto es para hacer cosas por mi pueblo", añade. Para Cartiel, la gestión del cargo que ocupa conlleva también un gasto extra: "Normalmente siempre toca poner dinero de tu bolsillo". Este ejercicio todavía no ha recibido la subvención por este concepto, según dijo.

"La idea es buena, pero ejecutarla es complicado". Raúl Cuevas, alcalde de Codo (191 habitantes) por el PP

Raúl Cuevas, que es desde este mandato alcalde de Codo por el PP, indica: "El primer año sí solicité la ayuda, que es buena idea, porque ayuda a los municipios, sobre todo a los pequeños, pero era muy difícil de justificar". "Es –dice– una ayuda para alcaldes, pero la reparto también entre los concejales, porque todos vamos a los plenos, y tenemos el mismo gasto. Pero luego yo la tengo que declarar, por lo que es complicado". En su opinión, "habría que modificar algo, pero la idea es positiva".

"Viene justo para cubrir los viajes, no es ninguna bicoca". Encarnación Bermúdez, alcaldesa de Pozuel de Ariza (23 habitantes) por IU

Pozuel de Ariza se rige por el sistema de concejo abierto. Su alcaldesa, Encarnación Bermúdez (IU), trabaja en Zaragoza para la Administración del Estado y ha solicitado una ayuda a la DPZ para asumir gastos de dietas y desplazamientos: "La verdad es que no cubre las horas que inviertes en la alcaldía, viajes...". Además, hay que declararlo a Hacienda: "Al final es cebada con piedras, lo comido por lo servido. Ayuda, pero no es ninguna bicoca. No termina de sacarte de ningún apuro".

"No cobramos. Destinamos el plus a otras prioridades".José Manuel Cebrián, alcalde de Paniza (650 habitantes) por Cs

Paniza y Villanueva de Gállego son los dos únicos municipios zaragozanos gobernados por Ciudadanos. Ninguno de ellos ha solicitado la subvención de la DPZ para pagar dietas y sueldos. José Manuel Cebrián, alcalde de Paniza, explica que solo se solicitó esta subvención el primer año porque, al incluirse en el Plus, dejó de hacerlo: "Decidimos no cobrar nada y cada uno lo paga de su bolsillo y evitamos un gasto a las arcas municipales. Preferimos destinar el Plus a otras prioridades".

"Al final en un pueblo pequeño te toca hacer de todo". Javier Samitier, alcalde de Mianos (28 habitantes) por el CHA

Mianos, municipio zaragozano de la Jacetania, tiene 28 habitantes. Su alcalde, Javier Samitier (CHA), aplaude la puesta en marcha de este plan dirigido a los alcaldes: "Estoy contento y satisfecho. Creo que el cambio en el modo de conceder las subvenciones es positivo. Los Ayuntamientos tenemos más autonomía para dedicar el dinero a lo que queremos". "En un pueblo pequeño al final te toca hacer de todo" por lo que la aportación económica ayuda para cubrir "viajes o alguna comida".

"Nadie habla del tiempo que le restas a tu trabajo o a tu familia". José Antonio Casaucau, alcalde de Santa Eulalia de Gállego (99 habitantes) por el PAR

José Antonio Casaucau es alcalde de Santa Eulalia de Gállego por el PAR desde 2011. Reconoce que la ayuda que acordó conceder la DPZ en 2016 "puso sobre la mesa el debate de lo que cuesta dedicarse a la política en los pueblos. Nadie habla del tiempo que le restas a tu trabajo o a tu familia". Esta subvención que recibe en forma de kilometraje permite, afirma, que la "política sea accesible a todo el mundo, aunque tampoco nadie se va a dedicar a vivir de esto en el medio rural".