Una agente denuncia a la Policía tras pasar 6 meses de baja por el fallo de una barrera de seguridad

A la mujer le cayó encima la valla de seguridad del acceso al cuartel del Mayandía en Zaragoza. Interior lo considera un accidente en acto de servicio y entiende que no cabe indemnización, pero el asunto ha llegado a juicio.

Cuartel de Mayandía
Cuartel de Mayandía
Toni Galán/A Photo Agency

El Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Zaragoza celebró el pasado martes una vista para aclarar si una agente de la Policía Nacional a la que le cayó encima la barrera de seguridad que hay a la entrada del cuartel de Mayandía tiene derecho o no a ser indemnizada. Como consecuencia de este percance, la mujer, adscrita a la Brigada de Seguridad Ciudadana, estuvo seis meses de baja. Sin embargo, tanto la Dirección General de la Policía como el abogado del Estado concluyeron que la funcionaria no tenía derecho a formular una reclamación patrimonial contra la administración por entender que lo ocurrido fue "un accidente en acto de servicio in itinere".

Los hechos se produjeron a primera hora del 17 de junio de 2016 en el acceso a la zona de aparcamiento de la comisaría de Centro (cuartel de Mayandía). Como hacía habitualmente, la agente se desplazó hasta allí en su moto y se detuvo en el control de acceso a las instalaciones. En cuanto los vigilantes del puesto de control la identificaron como su compañera y dado que la barrera estaba levantada, la funcionara reanudó la marcha. Pero entonces la valla se le vino encima.

Como declaró la propia víctima a raíz de una investigación interna, el mástil le golpeó con fuerza en la parte superior del casco, resbaló hacia abajo y se le encajó por debajo de la barbilla. De hecho, según esta, fue entonces y no antes cuando se accionó el sensor de impacto de la barrera. Ello hizo que la baliza volviera a intentar subir con fuerza hacia arriba, provocándole una enorme tensión en el cuello.

Según consta en el expediente, pese al fuerte dolor, la funcionaria se puso a trabajar y consiguió acabar aquel día su turno. Pensó que las molestias remitirían, pero no fue así y a la mañana siguiente tuvo que presentarse en el servicio de urgencias de la clínica de Montecanal, donde le detectaron una contractura del trapecio derecho postraumática.

Como consecuencia de la lesión, la mujer pasó un primer mes de baja, en el que estuvo sometiéndose a numerosas sesiones de fisioterapia. Una vez reincorporada al trabajo, la agente volvió a sentir fuertes dolores, lo que obligó al médico a darle de nuevo la baja. Y esta vez fueron cinco meses los que permaneció convaleciente y alejada del servicio.

No hubo más testigos del accidente que la víctima y los dos compañeros –se estaba produciendo el cambio de turno– que controlaban el acceso al cuartel de Mayandía por la zona trasera. En cualquier caso, en este punto existe una cámara de seguridad que lo grabó todo. Es por ello que el Ministerio del Interior no discute la versión de la denunciante, pero alega que no hay razón para indemnizar a la perjudicada.

Durante la vista celebrada esta semana en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, el abogado del Estado insistió en que lo sucedido fue un accidente en acto de servicio in itinere, puesto que la agente se incorporaba al trabajo. Recordó también que, como tal, la mujer estuvo cobrando su sueldo durante los alrededor 196 días que permaneció retirada del servicio.

Sin embargo, el abogado Marco Antonio Navarro, que defiende los intereses de la agente, entiende que, al margen de cobrar la nómina, "como víctima de unas lesiones provocadas por un mal funcionamiento de la administración, como cualquier otro ciudadano, la agente está legitimada a hacer una reclamación patrimonial". Es más, a la hora de apuntalar su informe en el juicio, este aportó una sentencia del Tribunal Supremo en la que, en un caso "casi idéntico" se indemnizó al perjudicado.

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