Una nueva zona verde y un área infantil, que se acondicionarán en un espacio colindante a la calle de Mateo Sánchez, completarán la recuperación del entorno del Cinto en Borja, un proyecto municipal que se inició en 2016 con el objetivo de acondicionar la zona más degradada del casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural.

El Ayuntamiento va a intervenir justo al lado de la plaza de la Planilla. "Se ha apostado por construir un parque, que hasta ahora no existe", afirmó el alcalde, Eduardo Arilla. Ya se está redactando el pliego para contratar la obra, que se ejecutará por unos 90.000 euros. La superficie en la que se va a trabajar rondará los 290 metros cuadrados. Habrá una zona con arbolado, un paseo y un área para el disfrute de los más pequeños donde se instalarán algunos columpios.

La intervención en el Cinto, cuando se complete esta fase, permitirá mejorar así más de 1.800 metros cuadrados dentro del casco antiguo de la localidad. La inversión aproximada en todas las intervenciones que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo es de unos 300.000 euros.

Este plan para reactivar el centro histórico comenzó con el derribo de varias viviendas en estado de ruina. La idea que se perseguía era "rehabilitar una zona degradada y revitalizar el casco, para conseguir atraer a gente joven". En ese momento se trabajó en San Bartolomé, una calle que llevaba más de un año cortada por el riesgo que entrañaba. También se peatonalizó de manera permanente la plaza del Mercado. El siguiente paso fue crear una nueva plaza en un solar ubicado en el casco antiguo, entre las calles de San Bartolomé y Trévedes, y construir una pasarela para recuperar así una antigua vía que desapareció hace dos décadas. Después se trabajó en la transformación de la plaza de San Bartolomé para arreglar un espacio vacío y deteriorado entre dos puntos de interés: la iglesia parroquial y el palacio.

La tercera fase del plan de revitalización se centró en la plaza de la Planilla y en la calle de Mateo Sánchez. Una de las ideas era contar con una nueva ruta turística dentro del entramado urbano que llega hasta el castillo. Con este objetivo en mente, la siguiente actuación será señalizar el recorrido y cuatro miradores (dos en la parte alta del castillo, otro en las bodegas y otro que se denomina Moncayo.), ampliando así la oferta turística y cultural de la capital del Campo de Borja. En 2019, con la remanente del presupuesto del presente ejercicio, el Ayuntamiento de la localidad llevará a cabo una actuación más importante en la calle Castillo, Bona, Rueda y Portaza.