Las concentraciones y manifestaciones se reducen a una tercera parte en cuatro años

Los años 2012 y 2013 fueron especialmente calientes en las calles de Zaragoza. En esos dos años se convocaron y celebraron en la capital aragonesa un número de concentraciones y manifestaciones muy por encima de la media, en un período marcado por la última reforma laboral. Fue el segundo de estos cursos, 2013, el que resultó más movido. En total se registraron hasta 1.834 movilizaciones. La gran mayoría se corresponden con concentraciones estáticas (1.660), que se complementaron con un total de 174 manifestaciones.

Cuatro años después el panorama fue bien diferente. A lo largo de 2017 hubo muchas menos convocatorias para hacer patente una queja o la oposición a algún tipo de medida política, laboral o social. En torno a una tercera parte: sólo 660. Cabe destacar la gran caída en cuanto a concentraciones (549) frente a una menos acusada de las manifestaciones (111), según los datos facilitados por el Gobierno central al diputado popular Eloy Suárez en una respuesta parlamentaria.

"Esos años (2012 y 2013) fueron de mucho conflicto social, estuvieron marcados por hasta dos huelgas generales contra una reforma laboral que derivó en muchísimos conflictos laborales en empresas de todo tipo, en las que se hubo manifestaciones y todo tipo de movilizaciones", apunta Julio Tejero, secretario de organización de UGT en Aragón.

Delegación del Gobierno dio permiso en el citado bienio para numerosas convocatorias de tipo laboral, con conflictos de fondo entre empresas y trabajadores. Hasta los mineros de Teruel caminaron hasta Zaragoza para hacer patente su malestar por el inminente recorte de empleos en sus comarcas.

Mareas, policía y bomberos, conductores de bus...

A lo largo de 2014, aunque se bajó algo el pistón en las calles, el descenso no fue tan acusado (1.459 movilizaciones). Tanto en este curso como en el anterior resultó habitual ver las calles 'teñidas' de los colores de las distintas mareas: verde por la educación, blanco por la sanidad...

También se lanzaron a la vía pública los estudiante, tanto universitarios (sobre todo contra las subidas de las tasas) como de educación secundaria. Policías y bomberos,  zaragocistas contra Agapito, conductores de autobús, radicales en apoyo a las movilizaciones de Gamonal... El abanico de convocantes fue tan amplio como en años anteriores.

Mucho más marcado fue el bajón en el número de convocatorias un año después. "La coyuntura política, con varias convocatorias electorales, redujeron el movimiento. Cuando no hay una cabeza visible contra la que manifestarse, es lo normal", indicar el responsable sindical.

Pendientes de los PGE

De cara a los próximos meses, Tejero avisa de que se avecina una etapa de movilizaciones, sobre todo si no se logran concretar "unos presupuestos que parecen sociales y centrados en recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores".