Condenado un joven a 18 meses de prisión por lesionar a tres policías

Deberá indemnizar a los funcionarios con 8.400 euros. La Audiencia de Zaragoza lo condena por atentado y lesiones.

El acusado, a la izquierda, el día que fue juzgado con los tres policías que lo detuvieron.
El acusado, a la izquierda, el día que fue juzgado con los tres policías que lo detuvieron.
Raquel Labodía

Jesús C. G., un joven que huyó de la Policía para que no le pillaran unos restos de cocaína, ha sido condenado a nueve meses de cárcel por un delito de resistencia a los tres agentes que terminaron arrestándolo. Igualmente, la Audiencia Provincial de Zaragoza le ha impuesto otra pena de nueve meses de prisión por las lesiones que causó a uno de los funcionarios y dos multas de 360 euros por las que sufrieron los otros dos agentes, todos defendidos por la letrada María Pilar Sangorrín.

El acusado deberá indemnizar a los policías con un total de 8.400 euros y pagar las costas del juicio. Mientras, el tribunal de la Sección Sexta absuelve a los funcionarios de las acusaciones de lesiones que el joven había formulado contra ellos. Los magistrados consideran que las contusiones y erosiones que sufrió el encausado fueron fruto de la detención y el uso de la "fuerza proporcional" necesaria para reducirlo.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 22 de mayo de 2016. Los policías iban de paisano y estaban haciendo labores de prevención de consumo de drogas en las inmediaciones de una discoteca de la calle de Boggiero. La actitud de Jesús C. G. y de tres personas que estaban con él les resultó sospechosa, por lo que les requirieron la documentación.

La reacción de Jesús C. G. fue salir corriendo al tiempo que tiraba un plástico al suelo con restos de cocaína. El acusado emprendió la huida por Conde Aranda y los agentes fueron tras él sin perderle de vista, hasta darle alcance en la calle de Cerezo.

Según la sentencia, el inculpado se revolvió violentamente contra el primer policía que lo interceptó, le pegó varios puñetazos en el estómago y cayeron ambos al suelo. Sus compañeros le auxiliaron instantes después y, entre todos, lo redujeron y engrilletaron. Como consecuencia del enfrentamiento, un funcionario sufrió, entre otras lesiones, una rotura de diez centímetros del bíceps femoral y tardó 60 días en curar. Otro de los agentes también tuvo rotura de fibras del bíceps branquial derecho y tardó 103 días en sanar.

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