Otro accidente cerca de donde murió una mujer atropellada cuestiona la reforma de Antonio Leyva

Los vecinos denuncian la falta de seguridad de la calle y exigen badenes y otros elementos para reducir la velocidad.

Imagen de archivo de la calle de Antonio Leyva.
Imagen de archivo de la calle de Antonio Leyva.
José Miguel Marco

La velocidad máxima a la que pueden circular los vehículos por la calle de Antonio Leyva, en el barrio Oliver, es de 30 km/h, pero hay muchos conductores que exceden ampliamente ese límite. Así lo pone de manifiesto la Plataforma de Vecinos y Vecinas Unidos Oliver, que ha solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza la instalación de badenes en la vía, la arteria principal de este barrio de la capital aragonesa.

Según sostiene asociación, esta no es la primera vez que piden al Consistorio la instalación de estas infraestructuras. De hecho, apuntan que desde 2015 esta cuestión se ha expuesto en la Junta de Distrito y son conocedores de la situación tanto la concejala Elena Giner, que preside este organismo, como el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve.

Las peticiones de los vecinos se han intensificado después de que el pasado miércoles por la noche se registrara un accidente de tráfico en el que no hubo que lamentar heridos, pero sí resultaron dañados varios vehículos que estaban aparcados en la vía pública.

Chema Mateo, secretario de la asociación de Vecinos y Vecinas Unidos Oliver, señaló este lunes que el siniestro se registró el miércoles cuando el conductor de un turismo que circulaba a gran velocidad por Antonio Leyva -"iba a más de 100 km/h según algunos testigos presenciales", apuntó Mateo- y a la altura del número 31 perdió el control porque el pavimento estaba mojado y chocó contra los coches que estaban estacionados, provocándoles daños.

"El coche salió despedido a decenas de metros del lugar del choque", indicó el dirigente vecinal, lo que a su juicio da idea de la velocidad a la que circulaba el coche. Para la asociación en la que trabaja Mateo, esta es una muestra más de la mala reforma que se ha hecho en la calle de Antonio Leyva, recientemente inaugurada después de ocho meses en obras. El vecino, además, recuerda que el de la semana pasada no es el primer accidente grave que se registra en la vía, porque a principios de octubre un atropello le costó la vida a una vecina del barrio de 73 años.

El día después de este accidente mortal, los residentes en la zona solicitaron medidas efectivas para limitar la velocidad e, incluso, algunos vecinos llegaron a apuntar que, desde la remodelación, la vía se había convertido en el escenario de continuos "rallies", dada la gran velocidad que alcanzan los vehículos.

Remodelación reciente

En la calle Antonio Leyva se han invertido alrededor de 760.000 euros para renovar las redes de vertido, el alumbrado, las aceras y la calzada hasta convertirla en una vía de dos carriles y sentido único limitada a 30 km/h, aunque la señalización es deficiente. "En la entrada de la calle está la limitación, pero cuando accedes por las adyacentes no se ve, por lo que da la sensación de que se puede ir a 50 km/h", señaló Chema Mateo.

Los badenes que solicitan los conocidos como ‘cojines berlineses’, que son resaltos implantados en una parte de la calzada que permite a los autobuses urbanos evitar la zona elevada pero obligan a los turismos a pasar por ella y, por tanto, a reducir considerablemente la velocidad.

De acuerdo con Mateo, el Ayuntamiento les ha dicho que no colocan estos badenes porque en ninguna otra parte de Zaragoza están instalados, aunque ellos creen que serían la mejor solución.

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