El Ayuntamiento plantea que se pueda acceder a los autobuses urbanos por todas las puertas

La medida se incluye en el plan de movilidad y se apoya en que el fraude en el tranvía es mínimo. Agilizar la entrada y salida de pasajeros en los vehículos facilitaría cumplir con las frecuencias.

Usuarios del bus urbano esperando bajo una marquesina en la plaza de Aragón.
Usuarios del bus urbano esperando bajo una marquesina en la plaza de Aragón.
O. Duch

El Ayuntamiento de Zaragoza estudia que, en un futuro próximo, los usuarios del autobús puedan subir al vehículo por cualquiera de sus puertas y no solo por la delantera como se hace hasta ahora. Esta es una de las medidas que propone el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y que cambiaría las rutinas diarias de miles de usuarios del transporte público.

"La experiencia del bajo fraude en el tranvía muestra que la población de Zaragoza tiene un comportamiento altamente cívico", se lee en el citado documento. Así, además, se procuraría mejorar las frecuencias de paso del bus porque los tiempos de espera en la subida y bajada de viajeros es lo que más retrasa la velocidad y la eficacia del servicio. En el metro o el tranvía los pasajeros acceden por cualquier puerta y, al no tener que hacer filas para pagar al conductor o pasar la tarjeta, el viaje se reanuda con más rapidez. En el caso de que los usuarios solo porten dinero en metálico deberán seguir accediendo por la puerta delantera.

Tiempos de espera

Existen estudios que indican que un tercio del tiempo que el autobús está parado es achacable al acceso y la salida de viajeros, por lo que agilizar estos tránsitos se antoja crucial. Los expertos añaden, además, que reducir los tiempos de espera en las paradas también sería beneficioso para el medio ambiente, porque se limitarían los ruidos de motor y la emisión de gases contaminantes.

Permitir a los viajeros subir por cualquier puerta del bus es algo que ya se hace en ciudades europeas desde hace tiempo y de forma experimental también en algunas líneas –por ejemplo– de Valencia o Granada. Se trata de mejorar la velocidad del servicio que –eso sí– "exige honradez y concienciación del ciudadano para que nadie se cuele sin pagar", explican fuentes municipales. Mientras que en otras ciudades se recurre a multas ejemplares para quienes no paguen por su desplazamiento, en la propuesta zaragozana se explicita: "La medida implicará disponer de máquinas validadoras en las distintas puertas de los autobuses para potenciar los equipos de inspección".

Si finalmente se adoptara la medida o se decidiera hacer una prueba piloto, los primeros días voluntarios de Zaragoza y personal de la concesionaria acudiría a las líneas en pruebas para explicar el mecanismo (primero, siempre, dejar salir) y evitar tapones y aglomeraciones. También se juzga imprescindible contar con la opinión de los colectivos de movilidad reducida para favorecer su accesibilidad al bus.

No es esta, no obstante, la única medida novedosa que se plantea en el Plan de Movilidad, en el que se destaca la premisa de reordenar de nuevo la malla básica de líneas (la última revisión fue en agosto de 2013) y en el que se reafirma la apuesta por los vehículos menos contaminantes.

Otra idea que se describe en el apartado de posibles mejoras es la de que los usuarios puedan solicitar en los buses nocturnos "bajarse entre paradas para facilitar la cercanía al destino". Asimismo, está sobre la mesa la necesidad de formar a los conductores "en materia de sensibilización y conducción eficiente" y de "mejorar la regulación desde el centro de control del operador" para que los buses no vayan desacompasados y tan pronto pasen dos seguidos como niguno en mucho rato. Desde hace meses se también se llevan a cabo pruebas para dotar de prioridad semafórica a los buses en Sagasta y se acaba de iniciar un experiencia, en la línea 38, para cargar los vehículos con energía limpia a través de un pantógrafo.

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