Las obras de ampliación del cementerio de Calatayud avanzan a buen ritmo desde que se iniciaran a mediados de octubre. Con un plazo de ejecución de dos meses, las tareas se centran en acondicionar unos terrenos de 8.300 metros cuadrados de extensión, situados en la parte derecha de las actuales instalaciones.

En concreto, se está construyendo un vallado perimetral, con un muro de cuatro metros de altura, a lo largo de 180 metros. Por el momento, esta primera fase se centra en delimitar la zona de la ampliación para, progresivamente y según vayan surgiendo las necesidades, se instalen nichos y sepulturas.

Para esta y otras mejoras se han invertido un total de 80.000 euros. Junto con los primeros pasos para la ampliación, el cementerio se ha sometido a otras actuaciones con el objetivo de ofrecer un mejor servicio.

Así, se han acometido tareas de pintura en la capilla, el edificio de operarios y algunos muros interiores. También se ha renovado el suelo de una zona de nichos antiguos y se ha actuado en ramales de escaleras para mejorar la movilidad. Por su parte, la Academia de Logística ha realizado mejoras en el entorno destinado a militares fallecidos.

El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda y la concejal delegada del Cementerio, Mercedes Sarrate, han visitado las instalaciones para conocer de primera mano el estado de las obras. La empresa Excavaciones y Obras Pocsa es la encargada de ejecutarlas.

La última gran inversión realizada en el cementerio de Calatayud fue en 2014, cuando se creó un jardín para el esparcimiento de cenizas y la reforma de la zona de las fosillas. El coste fue de 107.000 euros.