Las mujeres exigen más seguridad en los puntos de encuentro familiar

La asociación Somos Más reclama que no se concedan visitas a maltratadores y piden mejores sistemas de seguridad y vigilancia policial en los puntos donde las parejas en conflicto se intercambian a los hijos.

El crimen se produjo el 10 de abril de 2016 en este portal de la avenida de Conde de Aranda de Zaragoza.
El crimen se produjo el 10 de julio de 2016 en este portal de la avenida de Conde de Aranda de Zaragoza.
José Miguel Marco

El asesinato de Alexandra Rodica en el patio de uno de los puntos de encuentro familiar puso en cuestionó la seguridad de los mismos y se anunciaron medidas que se consideran insuficientes por las usuarias. Un grupo de mujeres de la asociación Somos Más ha estado presente en el juicio contra Cristinel Ionel por el asesinato de su mujer y ha reclamado presencia policial o vigilancia privada, arcos detectores de metales y un sistema que grabe audio y vídeo en las sedes donde las parejas en conflicto se intercambian a sus hijos.

"Llevábamos tiempo denunciando que lo de Alexandra podía pasar y no nos hicieron caso", ha recordado Ariadna Marco, presidenta de la asociación. "Todos se movilizaron pero lo único que han hecho ha sido poner botones de teleasistencia. Desde entonces un hombre ha destrozado las instalaciones de un punto de encuentro delante de los menores y ha herido a un trabajador en un brazo", ha recordado. Reprocha que no se hayan tomado medidas ni para los menores, ni para las mujeres ni para los trabajadores.

"No solo están llevando allí personas con contenciosos, como no me has traído la mochila o la bata del colegio, sino casos de violencia de género que no deberían estar allí. Igual que los que tienen prohibiciones de alejamiento. "Si hay órdenes de alejamiento, cómo estás reuniendo en dos personas en el mismo sitio. Es una locura", ha dicho. Ariadna Marco ha ha reivindicado que no se concedan regímenes de visitas a los maltratadores y menos cuando existen órdenes de protección para las mujeres víctimas de la violencia machista.  

Dos usuarias, una de las cuales fue testigo de la discusión previa de Cristinel Ionel con Alexandra antes de matarla, dijeron que cada vez que entregan o recogen a los niños van con miedo. "Muchas veces vamos a recoger a nuestros hijos y tenemos que mirar hacia atrás porque el maltratado está doblando la esquina. Son auténticas ratoneras",  ha criticado Natalia Morlas. "Cuando nos dicen que no pueden estar policías, guardias civiles o vigilantes con uniforme, yo les garantizo que todos tienen ropa de calle", ha insitido.

Mientras, María del Mar M., ha explicado que el día del crimen vio a la pareja discutir. "Me di cuenta de que ella estaba incómoda y la miré a ella para ver si me hacía un gesto para poderla ayudar. Cuando subí al piso avisé a los trabajadores de lo que había visto porque no me parecía normal", ha declarado.

La trabajadora que estaba ese dia allí, ha dicho, por su parte, que a las cinco de la tarde suelen llegar todos los padres al mismo tiempo y que ella solo oyó gritos de una pareja discutiendo, pero no entendió lo que decían.  "A las 17.00 hay un golpe en el que suelen llegar todos los padres. A veces no se oye bien y tampoco hay cámara para mirar. Cuando se  fueron todos se empezaron a oír gritos. Solo faltaban ellos por llegar", ha explicado, en referencia a la pareja.

Ese día, la víctima fue auxiliada por varias personas que estaban en dos bares cercanos. Uno de ellos. Íñigo de A. F., no dudó en quitarse la camiseta y taponar la herida que la víctima tenían en el cuello y por la que sangraba abundantemente. El magistrado Juan Alberto Belloch le ha dado las gracias por testificar este lunes y la enhorabuena por su conducta aquel día. 

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