Zaragoza prueba la carga rápida de buses eléctricos

La línea 38 estrena estos días un nuevo sistema para cargar los vehículos al final de la línea, por el techo y con la ayuda de un pantógrafo.

Zaragoza prueba la carga rápida de buses eléctricos
Zaragoza prueba la carga rápida de buses eléctricos

Por el techo y con la ayuda de un pantógrafo. Un autobús híbrido de la línea 38 experimenta estos días un sistema de carga rápida de energía eléctrica mediante un brazo articulado que se conecta a su parte superior. Con una recarga de unos seis minutos, el vehículo puede recorrer en modo eléctrico un trayecto de entre 6 y 10 kilómetros. Tras completar su trayecto, el autobús vuelve a cargarse para salir de nuevo a prestar servicio.

Este es uno de los sistemas de movilidad eléctrica que el Ayuntamiento de Zaragoza está probando desde hace meses para aplicar en la flota de Avanza Zaragoza. Además de los híbridos que se han comprado, que combinan un motor eléctrico con otro de combustión, se han testado dos modelos eléctricos de Irizar, uno de BYD, otro de King Long y otro de Vectia. Hasta ahora, el sistema que se ha aplicado es el de autobuses que se recargan por la noche y que tratan de aguantar una jornada entera de trabajo recorriendo la ciudad.

En el modelo que se estrena ahora en la línea 38, de Volvo, el funcionamiento es diferente. Mediante un cargador con pantógrafo, el autobús se recarga en el final de línea. En este caso, se ha situado en las cocheras de Avanza en la carretera de Castellón. Con esta carga, que se hace en seis minutos, puede trabajar en modo eléctrico entre 6 y 10 kilómetros, dependiendo de la climatología y de la orografía.

Por ejemplo, en las pruebas que han empezado en la 38, la carga le da al bus para llegar en modo eléctrico hasta el otro extremo de la línea, en la residencia Pignatelli. La vuelta debe hacerla con el motor convencional. Si se decidiera instalar este sistema, habría que colocar cargadores en ambos extremos para que se pudiera hacer todo el recorrido sin emisiones.

Según han explicado los responsables del sistema, estos autobuses híbridos pueden llegar hasta los 55 kilómetros por hora con el motor eléctrico, por lo que en ciudad no deberían tener que ‘tirar’ del de combustión. En los híbridos convencionales, este último ‘salta’ cuando se pasa de 20 o 25 kilómetros por hora.

Además, se pueden programar para que hagan determinados tramos con un motor u otro, lo que los hace especialmente recomendados para líneas interurbanas. Podría ir en modo eléctrico dentro de la ciudad o en zonas especialmente sensibles a los humos, y con el motor de combustión por carretera.

La concejala de Movilidad, Teresa Artigas, ha enmarcado estas pruebas en el plan de mejora de la flota de Zaragoza, y ha recordado el compromiso de “no comprar más autobuses de gasólil”. Además, ha avanzado que en enero se incorporarán cuatro unidades totalmente eléctricas, pero del sistema que permite una recarga nocturna. “Es un paso más para reducir las emisiones de gases contaminantes, mejorar la calidad del aire y la salud de los ciudadanos”, ha apuntado.

Por su parte, Juan Abel Arias, director de Avanza Zaragoza, ha destacado que con todas las pruebas que se están ejecutando se elaborará un informe final para ver “en qué líneas puede encajar cada sistema”.

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