El gobierno municipal, en manos de Zaragoza en Común (ZEC), disuelve la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local. Y lo hace de forma unilateral y sin apoyo político ni social. A siete meses de las elecciones locales, el alcalde Pedro Santisteve acaba así con una unidad que fue creada por unanimidad en 2006; y, además, no está nada claro que eso vaya a ayudar a prestar un servicio más eficaz a los ciudadanos.

Los agentes de la UAPO han colaborado intensamente en el mantenimiento del orden durante las Fiestas del Pilar. Y tres días después de que estallara la traca final, el alcalde disuelve la unidad. Cuando está cerca de agotarse su mandato, ante la ya próxima cita con las urnas, Santisteve reorganiza la Policía Local a su gusto. A pesar de tratarse del cuerpo municipal dedicado a garantizar la seguridad de la ciudad, toma la decisión desoyendo al resto de los grupos políticos y a numerosos colectivos vecinales, empresariales y sindicales. El desacuerdo es de tal calibre que los partidos de la oposición ya han anunciado que restituirán la UAPO tras las elecciones.

La concejala delegada de la Policía Local, Elena Giner, explicó ayer que los agentes de la UAPO se integrarán a partir de ahora en una unidad de nueva creación llamada ‘Unidad de Refuerzo Flexible’, que se dedicará a «funciones relacionadas con la prevención y la proximidad». Parece querer reeditar así el modelo fracasado y caro de la ‘policía de barrio’ que puso en marcha el PP. La reorganización impuesta ahora por el equipo de ZEC quizás encaje en sus postulados ideológicos, pero puede privar al Ayuntamiento y, sobre todo, a los ciudadanos de un instrumento valioso en materia de seguridad. En todo caso, el plan no aborda el problema principal, que no es otro que la falta de agentes y de mandos intermedios después de varios años sin apenas convocar nuevas plazas.