La mitad de las plusvalías por herencias que ingresa el Consistorio no tiene descuento

5.604 zaragozanos pagan la cuota íntegra en el primer semestre pese al aumento de los supuestos de rebaja. La recaudación por este impuesto del Ayuntamiento descendió entre los meses de enero y septiembre un 13%.

Dependencias de la Agencia Tributaria municipal, en el edificio Seminario de Zaragoza.
Dependencias de la Agencia Tributaria municipal, en el edificio Seminario de Zaragoza.
José Miguel Marco

Pese a que en los últimos años se han elevado los supuestos en los que se puede acceder a la bonificación en la plusvalía, casi la mitad de las herencias no tienen ninguna bonificación a la hora de saldar este impuesto. Entre enero y junio se liquidaron en el Ayuntamiento de Zaragoza 11.530 recibos ‘mortis causa’ de este controvertido tributo, de los que 5.604 por valor de 8,6 millones no tuvieron opción de tener el descuento del 95% que establece la ordenanza fiscal, frente a los 5.926 a los que sí se les aplicó esta rebaja (los ingresos fueron de 752.477 euros).

La plusvalía es un impuesto directo que cobran los ayuntamientos cuando se transmite un inmueble (compraventas, herencias, donaciones...). Para calcular la cuota, se usa el valor catastral del suelo y se tienen en cuenta los años de tenencia del bien, dado que el tributo pretende gravar la revalorización de una propiedad. Desde que en 2013 entraron en vigor los nuevos valores catastrales, se disparó la recaudación: de los 24,4 millones de 2012 se pasó a los 75,8 de 2016. Tras años de incremento de las bonificaciones para contener un aumento desbocado de los ingresos, 2017 cerró con 67,6 millones, una caída del 10% (8,2 millones). El proyecto de presupuesto de 2018 prevé cerrar el año con 58,5 millones.

En la actualidad, las bonificaciones se limitan a los casos de transmisiones ‘mortis causa’ de la vivienda habitual de la persona fallecida o de una propiedad que se utiliza en el desarrollo de una actividad económica cuando se ejerza "de forma habitual, personal y directa por el causante". Este descuento es del 95%, pero siempre y cuando el valor catastral del suelo sea inferior a 150.000 euros. Si la vivienda no es la habitual o supera dicho valor, el contribuyente tiene que abonar la cuota íntegra. El tipo impositivo que se aplica en la capital aragonesa es el máximo establecido por la ley (el 30%).

Este sistema de bonificaciones difiere del de otras grandes ciudades. Hay casos en los que hay unas condiciones más ventajosas que las de Zaragoza, como ocurre en Málaga: el tipo impositivo es del 24% en los recibos vinculados a herencias y se establecen descuentos que van del 95% (hasta 100.000 euros) al 25% (más de 250.000 euros). En Madrid y Barcelona se cobra más plusvalía que en Zaragoza, por los precios de sector inmobiliario. Pero en el caso de la Ciudad Condal, con el mismo tipo impositivo que la capital aragonesa aplica la bonificación del 95% en vivienda habitual sin límite de valor catastral. Madrid tiene un tipo impositivo menor (29%), aunque el descuento del 95% se destina a bienes de menos de 60.000 euros de valor catastral. En Sevilla el tipo impositivo es del 26,8% y existe una bonificación del 95% hasta los 75.000 euros de valor, mientras que en Valencia es del 29,70%, con una rebaja por tramos que solo llega a 18.000 euros.

Si se analizan las ingresos previstos en 2018 por plusvalía en las principales ciudades, los 58,5 millones de euros de Zaragoza son la cifra más elevada, siempre por detrás de Madrid (622,7 millones)y Barcelona (230 millones). En Valencia tienen previsto recaudar este año 32,5 millones, mientras que en Málaga la cifra es de 46,7. En Sevilla, se esperan 27,8 millones por este impuesto.

Merma recaudatoria en 2018

En 2018 la recaudación por plusvalía lleva camino de continuar el descenso iniciado en 2017, aunque las cifras seguirán siendo muy superiores a las que se registraron antes del ‘catastrazo’ de 2013. Entre enero y septiembre el Ayuntamiento ingresó 42,5 millones de euros por este impuesto, un 13% menos que en el mismo periodo del año anterior. El motivo del descenso está vinculado no solo a las bonificaciones para las herencias, sino a la incertidumbre legal que afecta a este impuesto desde que en 2017 el Tribunal Constitucional consideró nulo su cobro cuando se constatara que no se había producido un aumento de valor del inmueble. Esta circunstancia llevó a Zaragoza, al igual que otros muchos municipios, a suspender el cobro de la plusvalía cuando el bien se hubiera depreciado, a la espera de que el Gobierno central aclarara la legislación.

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