La Federación de Casas Regionales amonestará a la Casa Catalana por la polémica de los lazos

La Federación de Casas Regionales amonestará a la Casa Catalana en Zaragoza por permitir que cuatro oferentes lucieran lazos amarillos, símbolo de apoyo a los políticos encarcelados, durante la Ofrenda de Frutos. Su presidente, José María Arilla, confirmó ayer que la junta directiva se reunirá en las próximas horas, tomará la iniciativa y le enviará "una carta de amonestación". La polémica también se tratará en la asamblea general de noviembre.

Arilla recalcó que la Federación es una agrupación "cultural y no política" y que, por lo tanto, prefiere no entrar en debates. Cree, en todo caso, que la presidenta de la Casa Catalana, Mireia Semís –que aceptó que los lucieran para garantizar su libertad de expresión– "tendría que haber cortado de raíz el problema antes de que se produjera". "Fue un acto intolerable. Me pareció fatal, no los tendrían que haber invitado", aseveró.

La presencia de lazos amarillos en la Ofrenda enfadó a otros miembros de las casas regionales y provocó abucheos entre el público. Los hubo que exigieron que los cuatro jóvenes, invitados por la Casa Catalana como "máximos representantes de la cultura catalana", fueran expulsados.

Aunque entraron a la basílica del Pilar con ellos, representantes de la Federación les exigieron que se los quitaran para subir al Ayuntamiento. Pero una vez en la Casa Consistorial, volvieron a ponérselos tras pedirle permiso al alcalde.

Álex Pérez, uno de los cuatro jóvenes, utilizó ayer su perfil de Twitter para dar su versión y colgar una foto con el regidor. "Hemos hablado con Santisteve. Me ha dicho que en Zaragoza no se censura y que no entiende por qué me prohíben llevar el lazo", dijo.

Lo ocurrido este sábado en la Ofrenda de Frutos no pasó desapercibido para los grupos municipales. Para Pedro Navarro, portavoz adjunto del PP, "no era el momento". "Lo que me da más pena es que el alcalde fuera cómplice de un insulto a los zaragozanos. El Ayuntamiento es de todos. Santisteve vuelve a demostrar que utiliza las instituciones para hacer su política", subrayó.

Para Lola Ranera, concejala del PSOE, "son ganicas de provocar". "No se puede estar provocando en un acto de estas características ni exportar un conflicto. Se ha generado una tensión gratuita. Cada uno podemos expresar lo que queramos, pero aunque solo fuese por respeto a los organizadores, no cabía más debate", afirmó, al tiempo que instó a buscar "lo que suma, y no lo que nos divide".

Sara Fernández, portavoz de Ciudadanos, incidió en que "es una pena que se intenten politizar las Fiestas del Pilar y un acto como la Ofrenda de Frutos". "No es lugar para hacer una reivindicación. Los zaragozanos celebramos la unión entre todos los españoles, vengan de donde vengan, y no los separatismos. Está claro que el alcalde no lo sabe", dijo.

Por su parte, Carmelo Asensio, portavoz de CHA, instó a "no darle mayor importancia a lo sucedido". "Entra dentro de la libertad de expresión. Recomendaría a la gente que no entrase en provocaciones. Es algo anecdótico", recalcó. Opinó, asimismo, que el alcalde "no es quién para decir lo que tiene que llevar una persona en su solapa". "En todo caso es al revés, me parecería muy fuerte que dijera algo", añadió.