Uno de cada cinco habitantes de la comarca de Caspe es de origen extranjero

Servicios Sociales comarcales y DGA ultiman un plan para fomentar la convivencia y favorecer la cohesión en la diversidad cultural

Asistentes al taller antirrumores organizado desde Servicios Sociales de la comarca.
Asistentes al taller antirrumores organizado desde Servicios Sociales de la comarca.
Comarca Bajo Aragón-Caspe

Uno de cada cinco habitantes del Bajo Aragón-Caspe tiene origen extranjero. Este porcentaje (20,4%) lo sitúa como la comarca con mayor presencia de población inmigrante de todo Aragón, por delante de Bajo Cinca, Valdejalón y Campo de Cariñena. La capital es la localidad que reúne a un mayor número: siete de cada diez inmigrantes optan por residir en Caspe. Y es, además, el municipio en el que la campaña agrícola se hace notar con más fuerza. Una radiografía que, como resumió de una forma gráfica el consejero de Servicios Sociales, Francisco Brunet, convierte a este territorio zaragozano en "un escaparate del mundo", en referencia a la mezcla de culturas y orígenes que desde hace años es una de sus señas características. Tanto es así que hay censadas 59 nacionalidades diferentes, aunque destacan tres mayoritarias: Magreb (39%), principalmente Marruecos; Europa (33%), sobre todo Rumanía; y Asia (21%), con muchas personas llegadas desde Pakistán. Su distribución por localidades es también muy diferente.

La realidad sociodemográfica de la comarca hace necesario avanzar en otra línea de trabajo a la actual, otorgando mayor protagonismo al principio de ciudadanía, igualdad e inclusión. Y, por esta razón, desde la consejería de Servicios Sociales del Bajo Aragón-Caspe y la Dirección General de Participación Ciudadana, Transparencia, Cooperación y Voluntariado (Aragón Participa) del Gobierno de Aragón se está trabajando en la elaboración de un plan comarcal de convivencia de la diversidad cultural. Hace unos días se celebró una sesión informativa y ahora el proceso entra en la fase de debate, para recoger aportaciones de particulares y entidades.

Los documentos de trabajo del plan, que incluye tres talleres de debate a lo largo del mes de octubre, contempla cinco líneas estratégicas, con 14 objetivos concretos. Para buscar una mayor convivencia entre todos los vecinos se plantea valorar, mantener y, en su caso, replantear las medidas de acogida, información y los programas y servicios para las personas extranjeras desde una perspectiva integral y de inclusión, que incluya unos servicios públicos adaptados a la realidad comarcal. También se busca fomentar el encuentro o favorecer la igualdad de oportunidades.

"Hay que trabajar desde el principio de la ciudadanía"

Alfredo Maranillo, coordinador de Servicios Sociales de la comarca del Bajo Aragón-Caspe, pone de manifiesto que en el territorio llevan años trabajando desde distintas entidades y Administraciones la integración y convivencia de la población inmigrante, pero "con el plan se le quiere dar un nuevo impulso desde un proceso participativo". "Más que hablar de autóctonos y extranjeros hay que trabajar desde el principio de la ciudadanía", afirma.

Desde las instituciones comarcales, locales y educativas se plantean diversos servicios, programas y actividades. La comarca del Bajo Aragón-Caspe lleva a cabo "tareas de información, valoración, orientación y apoyo a las familias y a las diferentes unidades de convivencia, así como funciones de prevención e inserción social". Además, se han ido organizando acciones, como la elaboración de una guía de buenas prácticas para usuarios de los Servicios Sociales, y se ha puesto en marcha un grupo de mujeres magrebíes para mejorar el idioma, la integración y la convivencia de este colectivo.

El Ayuntamiento de Caspe ha lanzado servicios enfocados a la población inmigrante residente todo el año y específicos para los temporeros. Las ayudas que prestan son muy variadas, desde acogida, información y orientación en tareas administrativas, a inspecciones de viviendas para detectar deficiencias o al proyecto duchas. Constituyó, además, una mesa para la campaña agrícola, con la implicación de diferentes profesionales, u otra de seguridad. Puso en marcha una ordenanza municipal de convivencia de Caspe e impulsó una comisión con voluntarios que median en la gestión de los conflictos. En el ámbito educativo, los centros trabajan también la convivencia. En el instituto Mar de Aragón, por ejemplo, cuentan con un proyecto de innovación llamado ‘Desmontando la Desigualdad’.

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