Una Ofrenda inigualable

El buen tiempo contribuyó a que unos 310.000 oferentes llevaran sus flores a la Virgen en las casi 16 horas que duró el acto. Los accesos individuales se colapsaron en las horas punta y algunos de los 771 grupos participantes llegaron a superar los 90 minutos de retraso.

Cuando parece que no puede ir a más, siempre se supera. La increíble Ofrenda creciente volvió este viernes a batir todos los récords de participación y, según fuentes municipales, fueron 310.000 personas las que se acercaron a la plaza del Pilar a entregar sus flores (unos tres millones) a la Virgen. La Ofrenda comenzó antes que ningún otro año (a las 6.45) y terminó también más tarde de lo habitual, a eso de las 22.35, cuando era noche cerrada. El buen tiempo propició igualmente que decenas de miles de espectadores llenaran las calles para disfrutar de lo más granado del folclore no solo aragonés sino de medio planeta.

Todo salió rodado y a pedir de boca salvo los consabidos retrasos que, en un acto tan multitudinario, parecen inevitables. Las primeras horas de la Ofrenda el flujo de asistentes fue bastante fluido, pero conforme se acercaba el mediodía los grupos empezaron a sufrir retrasos –algunos de más de una hora– y, sobre todo, se colapsó la zona por la que acceden los participantes individuales. Se optó entonces por tratar de ensanchar las filas y por mover parte del vallado, por ejemplo, de la plaza de Santa Engracia para procurar dar más cabida a los presentes.

Los más pequeños, también protagonistas de la ofrenda

El concejal de Cultura, Fernando Rivarés, decía este viernes que a las siete de la mañana apenas había seis oferentes en la zona de ‘individuales’ de San Vicente de Paúl y, a las once, se contaban por miles. "Nosotros podemos controlar a los grupos y creemos que es un éxito el haber impuesto una limitación de 200 integrantes por colectivo, pero resulta más difícil gestionar el flujo de los accesos individuales", reconocía ayer Rivarés. La de 2018 será recordada, al menos hasta el año que viene, como la 'Ofrenda de los récords' porque fueron hasta 711 los grupos participantes (67 más que la edición anterior) y porque a lo largo del recorrido se pudieron disfrutar de 110 actuaciones de jotas, tonadas, chotis, sevillanas e, incluso, rancheras.

Quince metros de altura

El manto más próximo a la Virgen se confeccionó con suma rapidez –este año, por la alternancia de colores, es rojo– y la Cruz de Lorena pudo colocarse en torno a las 10.20. Tantas flores se fueron recibiendo este viernes a lo largo de unas quince horas de Ofrenda, que no solo se cubrieron los distintos niveles del andamiaje (de 15 metros de altura y 16 de ancho), sino que también hubo que colocar numerosas canastillas a los pies de la estructura. "Calculamos que ya se han depositados unos 2,5 millones de claveles, margaritas y gladiolos. ¡Y apenas acaba de empezar la tarde!", decían los jardineros –se turnaron hasta 22– trabajando a destajo en la plaza.

Tampoco tardó en entregarse la florida y colorida bandera de Bolivia, país invitado este año, que fue colocada en la zona noble del manto. Diversos grupos del país andino bailaron piezas típicas de Oruro, Potosí o Sucre a los pies de la Patrona de la Hispanidad, al tiempo que explicaban que el Ayuntamiento decidió que Bolivia fuera el homenajeado este año porque precisamente en 2018 La Paz ha sido distinguida como Capital Cultural de América Latina.

Los mayores apuros y molestias –la habitual tardanza, las vallas que cortan el paso, algún que otro empentón...– se dieron al mediodía, poco después del desfile de la corporación municipal y antes de la tradicional procesión del Cabildo. Gonzalo Cuchi, el organizador del acto, explicaba que "por muchas previsiones que se hagan, la masiva afluencia depende de que salga el sol y haga buena temperatura". Este viernes los termómetros no bajaron de los 20 grados y eso hizo que muchos de los participantes se aflojaran los refajos u optaran por llevar el manto bajo el brazo porque, como explicaban en Cruz Roja, la mayor parte de las atenciones son por mareos o desvanecimientos debido al calor.

Año tras año

La Ofrenda de este viernes, por cierto, también celebraba un doble aniversario: se cumplían 60 años de la primera vez que se llevó a cabo la entrega de flores y dos décadas de la nueva ubicación de la Virgen en el centro de la plaza, que fue sugerida en 1998 por el cineasta Bigas Luna. Si este viernes fueron unos 3100.000 los participantes (285.000 en 2017), en la primera edición de 1958 apenas fueron 2.000 los oferentes y el desfile duró solo dos horas.

Javier Gómez, presidente de la Asociación Cultural de la localidad turolense de Jatiel, apenas se ha perdido uno de los desfiles desde que se tiene registro de los mismos: "Llevo 59 años participando en la Ofrenda –explicaba–. Mi madre empezó con nosotros esta tradición que queremos mantener viva. Ella nos hizo los trajes y este año la vamos a echar de menos", decía Gómez emocionado.

Con un paseo de la Independencia abarrotado en sus dos flancos, se han registrado atascos a a la entrada de la calle Don Jaime I, habitual punto de magna concentración porque al pasar de una vía ancha a una zona estrecha se produce el fenómeno 'cuello de botella'. Por su parte, en los primeros metros de la calle Alfonso I, también ha habido acumulación de personas, una situación que ha derivado en retenciones de 15 minutos en el Coso.

Los oferentes de primera hora de la mañana portaban claveles rojos con el objetivo de confeccionar cuanto antes la zona más noble del manto. De este modo, a las 9.00 ya estaba cubierta la Cruz de Lorena. Una hora más tarde, el tercer piso de la estructura piramidal que vigila la Virgen también andaba completado y ya estaba colocada la bandera de Bolivia, país invitado de este año. Una Ofrenda muy internacional donde también participan grupos de 16 nacionalidades diferentes, como Japón, Estados Unidos, Rumanía, Honduras, Colombia, Paraguay y Nicaragua, entre otros.

Durante el recorrido, también ha destacado la presencia de la Asociación Cultural de Bomberos de Zaragoza, que ha movido su pendón a ritmo de gaitas, dulzainas y tambores en la plaza de España y han vuelto ha reproducir la escena a los pies de la Virgen del Pilar. Una vez en la plaza, también han actuado con su danza tradicional el grupo de Bolivia. Además, se han podido escuchar canciones de José Antonio Labordeta como 'Somos' o el 'Canto a la libertad'.

>> Así narramos en directo la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar.

>> Búscate en las fotos de los grupos en la Ofrenda

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