"Cuando nos enteramos de que íbamos a abrir la Ofrenda, casi se nos sale el corazón”

El grupo del municipio de Paracuellos de la Ribera ha inaugurado la Ofrenda de Flores más madrugadora.

Los primeros oferentes comienzan a tejer el manto de la Virgen

Búscate en las fotos de la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar

Los vecinos de Paracuellos de la Ribera han sido los encargados de abrir la Ofrenda de Flores de este año. Un grupo formado por alrededor de 30 personas que lleva más de 20 años participando en el acto central de las Fiestas del Pilar. Nervios, alegría, pero sobre todo, mucha ilusión. Así se encontraban los residentes de este municipio zaragozano antes de entrar en el paseo de la Independencia.

"Cuando nos enteramos de que íbamos a abrir la Ofrenda, casi se nos sale el corazón”, asegura María Pilar Cuenca, una de las vecinas de la localidad. Al mismo tiempo indica que es la primera vez que abren este acto, "lo que permite dar a conocer un pueblo tan pequeño como el nuestro". La Ofrenda de Flores de este año es la más madrugadora hasta el momento, puesto que el comienzo estaba previsto para las 6.45. No obstante, finalmente han partido unos cinco tarde. Esto no ha afectado a los ánimos y todos los miembros del grupo han partido sonrientes cuando desde la organización les han dado el visto bueno para comenzar.

El colegio Salesianos ha sido el siguiente en incorporarse a la Ofrenda y así continuará con los 771 grupos que este año participan. Una nueva cifra récord debido a la incorporación de 67 más que durante 2017. A todo ello hay que añadir los cientos de devotos que desde las 6.50 también están pasando la Ofrenda por libre.

La música, las jotas y los ánimos de los presentes son los protagonistas de buena parte del recorrido hasta la plaza del Pilar; aunque en los últimos años también ha cobrado gran importancia el teléfono móvil. No hay baturro que se precie que no se acabe haciendo alguna foto a lo largo del recorrido. Antes de salir, cuando se llega a la calle Alfonso o en la plaza del Pilar, cualquier lugar es "bueno" para inmortalizar el momento. Sin embargo, todo tiene su parte negativa. Estas actuaciones provocan atascos, especialmente, cuando la intención es captar la imagen del manto de la Virgen antes de haber depositado las flores. 

También inmortalizan el momento aquellos que están apostados en las vallas que marcan el circuito. Algunos de ellos deciden madrugar para ver pasar al primer grupo; otros prefieren alargar un poco más la noche para llegar a este momento. El resultado es el mismo: aplausos y vítores hacia los oferentes y muchos "¡Viva la Virgen del Pilar!".

Al igual que en la Ofrenda participan residentes de medio mundo, también hay gente de Italia, Francia, Panamá o Canadá que se anima a ver este acto. "Somos estudiantes Erasmus y queríamos ver la Ofrenda. Nos parece muy bonito", asegura José que ha acudido a las 7.00 junto a dos amigos más. En su caso, han aprovechado para conocer la noche zaragozana y también sus actos centrales. "Todavía estaremos un rato y luego desayunaremos. Queremos ver colocada la bandera del país invitado", puntualiza.

Como ellos, muchos son los que tras pasar la Ofrenda o ver cómo otros lo hacen, aprovechan para almorzar o desayunar. Los churros y las porras suelen ser la alternativa más típica; pero hay quien se atreve con un bocadillo de jamón o incluso unas migas. Un buen comienzo para el día grande Zaragoza.

- Consulta el programa de las Fiestas del Pilar en HERALDO OCIO

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