Los antitaurinos llevan su protesta a las puertas de la plaza de la Misericordia
Cruce de insultos en una concentración que ha terminado sin ningún altercado grave.
Ni el cierzo ni la lluvia han achantado a las más de 800 personas congregadas ante la Plaza de toros de la Misericordia para reclamar, un año más, la abolición de los festejos taurinos. en una concentración que ha terminado sin ningún altercado grave. A las 17.00, hora prevista para el inicio de la protesta, la plaza del Portillo estaba abarrotada, tanto que hasta la base del propio monumento dedicado a Agustina de Aragón ha permanecido ocupada por los manifestantes. Unos escasos metros más allá, a las puertas de la Misericordia, centenares de personas aguardaban a que empezase el segundo gran espectáculo taurino de las Fiestas del Pilar de este año, la corrida de rejones. Con una fuerte presencia policial, los enfrentamientos entre los amantes de la tauromaquia y los detractores no han pasado de lo verbal.
Se había previsto que asociaciones de diferentes partes de Aragón acudiesen a la manifestación y así ha sido. Organizaciones como Huesca Antitaurina o Bajo Aragón Animalista se han sumado a la protesta, en la que también han estado presentes el Colectivo de Artistas en Acción Solidaria Contra el Maltrato Animal, la protectora Adala o Amnistía Animal, entre otras. La presidenta de esta última, Felicidad Osta, ha destacado que cada año se suma más gente a la protesta contra la "barbarie" y que, además de la presencia de personas jóvenes, "lo que demuestra el relevo generacional", es destacable la asistencia de los mayores "que reflejan que es posible la sensibilización de la sociedad en contra del maltrato".
Con proclamas como "¡Las únicas luces que tenéis son las del traje!" o "¡La tortura no es ni arte ni cultura!", o alusiones a representantes políticos como el presidente aragonés, Javier Lambán, o el de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, a quienes se tildaba de "tauricidas" y de "financiar la barbarie", y a ritmo de tambores, la concentración ha iniciado un recorrido por Conde Aranda hasta la plaza de España al que se sumaron más manifestantes.
"Desigualdad" sonora
En el otro lado, a las afueras del ruedo, los aficionados han observado la manifestación haciendo caso omiso a las alusiones, o mofándose en algunos casos de ellas, que han quedado veladas por el sonido de la charanga taurina Ruedolé. La presidenta de Amnistía Animal ha hecho hincapié en este hecho y ha denunciado la "desigualdad" ya que, ha asegurado, que a los manifestantes no se les había concedido todavía permiso para la utilización de megafonía, mientras que los taurinos podían silenciar sus proclamas con los sonidos de la charanga.
Ha habido cruces de insultos entre ambos bandos. Y también de mensajes, pues mientras unos han proclamado que es tiempo de prohibir las corridas de toros y que ello "depende de la agenda política", algunos taurinos han alzado la voz pidiendo "respeto a la fiesta nacional". "Qué penoso que hagan esto", se ha escuchado a un joven que esperaba para entrar en la Misericordia, lo que ha encendido a algunos manifestantes, que han respondido con ataques verbales. Uno de los momentos más peliagudos ha llegado cuando un hombre y una mujer de avanzada edad han lanzado insultos y han hecho gestos provocadores a los antitaurinos, a los que estos contestaron con fuertes silbidos.
