Agravar las sanciones y controlar las licencias de los bares, soluciones a los ruidos en Delicias

Las molestias de ruidos que sufren a diario los vecinos de Delicias no desaparecen. A pesar de las quejas presentadas en los últimos meses, las soluciones no terminan de llegar y los residentes en calles como Lastanosa, Celanova y Arias dicen estar “desesperados”. “Los bares que causan problemas siguen en funcionamiento, incluso se han abierto nuevos locales como en la calle Caspe, así que  la situación no mejora”, lamenta Silvia Ortín, técnica de la Asociación de Vecinos Manuel Viola de Delicias. El colectivo ha hecho llegar sus protestas al servicio de quejas del Ayuntamiento de Zaragoza y la respuesta ha sido que están pendientes de la problemática y que se realiza un seguimiento, “pero eso no está siendo suficiente”, consideran desde la asociación.

Los vecinos solicitan en primer lugar que cuando se concedan las licencias de apertura se adecúen a la zona en la que los bares van a establecerse, porque “aquí en Delicias las calles son por lo general estrechas, las viviendas son viejas y no están bien insonorizadas, por lo que los ruidos se notan mucho más”, cuenta Ortín. A los residentes del barrio que acuden a la asociación a presentar sus quejas se les traslada las indicaciones de la Policía Local, que recomienda que ante problemas de ruido les notifiquen la incidencia para que se puedan acercar al lugar de los hechos.

F. Forcén, vecino del barrio, opina que “la presencia policial no surte efecto, hemos llegado a una situación en la que ver pasar coches de policía no se convierte en una medida disuasoria, a los que causan problemas les da igual y si les dicen algo suelen acabar yéndose de rositas”. Desde la AVV Manuel Viola aseguran que “a los que les toca el asunto de cerca no pueden más. Si puedes irte a vivir a otra zona, estupendo, pero los que no pueden por cuestiones económicas soportar esto es desesperante, el descanso desaparece”.

A eso hay que sumar el problema del miedo, porque en más de una ocasión los vecinos de Delicias se encuentran con “amenazas, insultos, burlas o peleas en las que ya no sabes si pararte a mediar o salir corriendo”, apunta Forcén. Esta situación da como resultado una degradación de la zona, potenciada más si sabe por la falta de limpieza de algunas calles. Están especialmente afectadas aquellas en las que los locales de ocio nocturno abren sus puertas, porque “la gente sale fuera de los bares a beber y ensucian la vía pública”, señala Ortín.

El PAR Zaragoza organizó hace unos días un punto de encuentro con los vecinos de Delicias a través de una carpa informativa que instaló en la confluencia de la avenida de Madrid con la calle Rioja. En la jornada quiso dar cuenta de las iniciativas que en los últimos tiempos ha presentado relativas a este barrio, entre ellas medidas para paliar los problemas de ruido. El partido reclama en primer lugar dotar a la Policía Local de “más medios personales y materiales. Muchas veces se encuentran atados de pies y manos y no pueden actuar frente a conductas flagrantes como el consumo de alcohol en plena vía pública o una actuación a tiempo cuando surge un altercado", manifiesta el presidente del PAR Zaragoza, Sergio Larraga.

También apunta que la inspección por parte de las administraciones debe ser mucho más efectiva sobre los locales que no cumplen con las normativas de horarios o licencias. "El colectivo de locales de ocio nocturno, en su mayoría, respeta plenamente la normativa. Son unos locales puntuales los que están provocando de manera continuada los problemas a los vecinos", indica Larraga.

Para vecinos como Forcén agravar las sanciones puede ser una de las opciones más efectivas “para que los que llevamos toda la vida viviendo en Delicias preservemos nuestro derecho al descanso, a sentirnos seguros y a pasear por unas calles limpias, porque hay días que esto parece un vertedero”.