Multa de 540 € para el conductor que dejó en silla de ruedas a una anciana en Zaragoza

La anciana no ha podido volver a su casa, que no tiene ascensor, y está ingresada desde hace más de dos años en un residencia de asistidos que le cuesta más de 2.000 € mensuales. De esos gastos tendrá que hacerse cargo ahora la aseguradora del coche.

El acusado, de espaldas con un polo blanco, escuchando por poca de su abogado, Marco Antonio Navarro, los términos del acuerdo.
El acusado, de espaldas con un polo blanco, escuchando por poca de su abogado, Marco Antonio Navarro, los términos del acuerdo.
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Una multa de 540 euros sin retirada de carné. Esa es la pena que finalmente se impondrá al conductor que atropelló a una anciana de 87 años en un paso de cebra del barrio de Casablanca de Zaragoza, causándole una fractura de fémur que la ha dejado en silla de ruedas y le impide volver a vivir en su casa: en la que no hay ascensor y tampoco puede instalarse.

El responsable del accidente se enfrentaba inicialmente a una pena de hasta 3 años de prisión, por lo que la condena podría parecer pequeña. Pero las acusaciones se mostraban ayer satisfechas, ya que un acuerdo previo al juicio obligará a la aseguradora del vehículo a costear los gastos de la residencia para asistidos donde la mujer tendrá que pasar el resto de sus días.

Pese a su avanzada edad, hasta el día del accidente la víctima era autosuficiente y vivía sola. Pero el atropello sufrido el 1 de abril en un paso de peatones de la calle Embarcadero le cambió por completo la vida, ya que tras salir del hospital ingresó en un centro para dependientes en el que continúa. Al infortunio del accidente y la merma de calidad de vida de la mujer se suman además las graves consecuencias económicas, puesto que los más de 2.000 euros mensuales que tiene que pagar por los cuidados que recibe se han ‘comido’ ya todos sus ahorros.

Alegan "falta de sensibilidad"

Por ello, si de algo se quejan los abogados de la víctima, Cristian Anghel Mateescu y Mariano Montesinos, es del hecho de que la aseguradora tardara "un año y tres meses" en adelantar parte de la indemnización. "La angustia de esta mujer ha sido doble. Por no poder andar y por no poder pagar", recordaban ayer. Así, la compañía tendrá que desembolsar finalmente 291.417 euros, en los que se incluyen las lesiones, las secuelas, el daño moral y los gastos de la residencia. "Por lo menos, la familia sabe ya que esta mujer estará siempre bien cuidada", explicaban los letrados.

En cuanto al hecho de que el conductor haya sido condenado solo a una multa, las acusaciones reconocen que en un acuerdo "todos tienen que ceder".

El conductor de la furgoneta que arrolló a la octogenaria, de nombre Raúl B. P., fue acusado por la Fiscalía de un delito de lesiones por imprudencia grave, por el que pedía 5 meses de prisión y retirada del permiso. La acusación particular le atribuía el mismo delito, pero elevaba la petición de cárcel a 3 años. Sin embargo, el castigo final ha sido una multa económica y no se quedará sin carné de conducir ni un solo día.

A la hora invitarles a alcanzar un acuerdo que evitara la celebración del juicio, la titular del Juzgado de lo Penal número 5 recordó a las partes que lesiones sufridas por la anciana no podían considerarse graves. ¿Por qué? Porque el conductor no iba a gran velocidad, dio negativo en alcohol y al embestir a la mujer solo le causó una fractura de fémur. Otra cosa es que tras tres operaciones y dada la debilidad de los huesos de la víctima esta no vaya a volver a andar.

La imprudencia, menos grave

Conscientes de la opinión de la magistrada, tal y como proponía el abogado que defiende al conductor, Marco Antonio Navarro, se calificó la imprudencia de menos grave y se fijo la condena en una multa de 540 euros. La letrada que representa a la aseguradora, Enrica Corominas, defendía que no existía infracción penal alguna. "Hay que separar las condiciones personales de la lesionada, que la llevarían en un futuro a una vida dependiente, de lo que realmente deje de limitante el accidente", decía en su escrito de calificación.

Aunque no en los términos que proponían las acusaciones, la sentencia ha sido finalmente condenatoria y la cantidad que tendrá que desembolsar la compañía de seguros es muy superior a la que preveía. Para demostrar la imprudencia del conductor, la Fiscalía y la familia de la señora se basaron siempre en el atestado de la Policía Local de Zaragoza, que hablaba de un giro a la izquierda con buena visibilidad. Los agentes destacaron también el hecho de en la esquina donde se produjo el accidente existen dos pasos de peatones consecutivos y que el acusado se saltó los dos.

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