Por
  • Esperanza Pamplona

Fiestas sin fiesta

El Parking Norte no albergará este año la carpa de Interpeñas.
El Parking Norte no albergará este año la carpa de Interpeñas.
Guillermo Mestre

Como zaragozana y como madre, la fórmula de un espacio como el Parking Norte, una especie de pilón para beber alcohol adobado con música comercial, me pone los pelos de punta y me provoca todo el rechazo del mundo. Dicho lo cual, son miles de personas las que acuden puntualmente a ese recinto y las que confían en esa oferta para disfrutar tal y como les gusta las Fiestas del Pilar. Así que ahí, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza se ha cubierto de gloria, y ha conseguido quedar en la memoria de los zaragozanos como quienes se cargaron una de las ideas más exitosas de las fiestas, quizá la más popular después de la Ofrenda. A consecuencia de esto, la ciudad está en alerta, tratando de adivinar dónde irán a parar las miles de almas que noche tras noche encontraban cobijo en las carpas del Actur. En Valdespartera tiemblan ante la que se les viene encima, y los espacios habituales para el botellón, como Ranillas, corren el peligro de colapsarse. Y luego están los peñistas, sumidos en un cisma interno y sin un abrigo nocturno claro. El prólogo de las fiestas no resulta alentador aunque sea ‘feminista’.