Antonio Dieste, alcalde de Biel: "Nuestro reto es hacer más cómodo y agradable el pueblo"

Tiene 49 años y reparte su tiempo entre Zaragoza, donde vive, y Biel, donde es alcalde por IU desde 2015. Trabaja en Telefónica y es el presidente del comité de empresa

Antonio Dieste, en el puente del río Arba con la localidad al fondo.
Antonio Dieste, en el puente del río Arba con la localidad al fondo.
A. D.

Biel posee un rico pasado.

Las excavaciones realizadas en cinco yacimientos arqueológicos ofrecen una visión muy completa del poblamiento prehistórico en Biel desde hace 12.500 años. Esta es una zona prepirenaica, de montaña, y a partir de ahí, atrajo a los nómadas por la caza y el río.

¿La Sierra de Santo Domingo es uno de sus atractivos turísticos?

Aunque seamos pequeños, la naturaleza es nuestro gran patrimonio. Nuestros bosques permiten realizar ciclismo, senderismo, montañismo, barranquismo...

¿El término municipal es muy extenso?

Sí. Biel cuenta con 130 kilómetros cuadrados. A partir de 2015, y a iniciativa del anterior Consistorio, se declaró el Paisaje Protegido de la Sierra de Santo Domingo, con Luesia y Longás.

¿En qué beneficia esta declaración a la localidad?

Hay que realizar un plan forestal para aprovechar esos recursos. Los habitantes de la zona siempre habían mantenido el monte, que está virgen y muy bonito. Esperamos que con la declaración de paisaje protegido se mantenga y se potencie.

Hubo polémica por la presidencia del patronato de este paisaje protegido.

Exacto. En la primera reunión los tres alcaldes nos postulamos para ostentar la presidencia (dos del PP y yo, de Izquierda Unida). Hubo una cuarta candidatura a través de la comarca de las Cinco Villas de un consejero comarcal, que es el que se designó, cuyo nombramiento entendimos como una afrenta. Decidimos seguir adelante y mostrar nuestro desacuerdo pero entendiendo que había que avanzar.

¿Y cómo es ahora la situación?

Hubo una reunión que abandonamos, pero después, analizando el tema, decidimos reconducir nuestra postura y participar, aunque trasladando nuestro malestar.

¿La caza era otra cuestión que preocupaba en la localidad?

A través del Servicio Provincial de Montes, en seis meses conseguimos catalogar los montes municipales de utilidad pública, de manera que las 3.500 hectáreas quedaban reguladas. El contrato de aprovechamientos cinéticos iba a caducar y podíamos constituir un coto municipal o realizar una subasta pública. A la sociedad de cazadores no les gustaban ninguna de las dos opciones, pero para poder gestionar los aprovechamientos para los vecinos que así lo desearan, apostamos por un coto municipal.

Biel celebra desde hace cuatro años una recreación histórica.

Tiene su encanto como pueblo medieval de montaña, y una larga historia. Recordamos el nacimiento de Alfonso I el Batallador y dos hechos: la ampliación de la iglesia en el siglo XVI y la judería de Biel, que era la segunda en importancia de la comarca.

Son 133 vecinos, incluyendo el núcleo de Fuencalderas.

Tiene su propio alcalde e independencia económica. Gestiona su agua, basura... Es concejo abierto y, aunque depende de Biel, tiene una autonomía amplia.

Hace 20 años superaban los 200 habitantes.

La despoblación se basa principalmente en falta de recursos, servicios y trabajo. Un tema importante son las comunicaciones y las telecomunicaciones.

¿El estado de las carreteras es una de sus preocupaciones?

Así es. Tenemos 30 kilómetros hasta Luna desastrosos. Se va a arreglar otra vía desde el límite de la provincia hasta Biel, pero faltaría la red de salida más directa incluso para hospitales, la que va de Luna a Zaragoza.

¿Qué se planteó cuando llegó a la alcaldía?

En principio nos hemos centrado en el urbanismo, arreglar vías, la red de aguas y bastante en el monte, con el paisaje protegido.

¿Han trabajado en proyectos culturales con otros pueblos?

Sí. Hemos presentado al plan Feder una propuesta para hacer un curso sobre naturaleza para escolares entre los tres municipios.

¿Cómo es la gestión municipal?

Todos los habitantes tenemos mucho cariño al pueblo y todos empujamos en el mismo sentido. Pero tenemos verdaderos problemas con la gestión administrativa.

¿En qué proyectos trabajan?

Tenemos un presupuesto pequeño, de 280.000 euros, y los proyectos son limitados, no tenemos grandes expectativas. Vamos a usar las ayudas del Plus para pavimentaciones, vertidos y albergue juvenil. Tenemos una residencia inacabada, una piscina que hemos reformado y un pabellón. Nuestro reto es hacer más cómodo y agradable el pueblo.

¿Y reabrir la escuela?

Sí, esa es nuestra ilusión. Ahora tenemos una granja de tocinos madre que ha generado veintitantos empleos y han venido parejas jóvenes. A ver si en un futuro se puede abrir la escuela, que ahora vamos a reformar.

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