¿Qué pueden tener en común un cartero, un conocido batería, una agitadora cultural y social, el presidente de una asociación vecinal o una tienda de artículos de toda la vida? En este caso, todos pertenecen al mismo barrio: las Delicias. Este año, en el marco de sus conocidas fiestas, se celebra la quinta edición de la gala de los Deliciosos, organizada por la Asociación Cultural de Costumbres Aragonesas y la comisión de fiestas del barrio.

Una velada conducida por los músicos Lola Moreno y Miguel Ángel Aguerri, durante la cual se reconoce a cinco vecinos ilustres, o bien por su trayectoria vital o profesional, o por su desempeño y entrega a la hora de hacer barrio, etc. Este año la organización ha decidido otorgar el premio sobre cinco perfiles muy dispares durante una velada que tendrá lugar este miércoles, 12 de septiembre, en el Teatro de las Esquinas de la capital aragonesa, a las 19.00.

Entre los deliciosos del año se encuentran Concha Remón, vecina del barrio y actual coordinadora de la Fundación Adunare, cuyo objetivo es la promoción de la inserción social, laboral, educativa y cultural de aquellos colectivos en situación de exclusión; también el establecimiento ‘Aragonesa de Fiestas’, “una tienda ubicada en la calle Sangenis, de toda la vida, en la que venden desde cabezudos a disfraces, pasando por todo tipo de artículos de fiesta. Siempre ha estado muy vinculada a la vida del barrio”, explica Rosa López, coordinadora de la quinta edición de los Premios Deliciosos.

“Con estos premios pretendemos reconocer la labor de nuestros vecinos tanto a nivel cultural, como educativo, comercial o asociativo. Son personas que guardan una relación con este barrio”, reconoce. Otro de los objetivos, sin duda, es el de sacar del anonimato a estos pequeños héroes de barrio. “En la mayoría de los casos se trata de gente que invierte su tiempo y mucho esfuerzo en mejorar las cosas del vecindario y gracias a ellos somos lo que somos”, reivindica.

Pero ¿cómo se lleva a cabo el proceso de selección en el barrio más poblado de la ciudad? “En la actualidad el censo supera las 100.000 personas, y obviamente no nos conocemos todas. Durante unos días se hacen las propuestas vecinales sobre qué personas consideran que son dignas de recibir este premio y de ahí salen los elegidos”, resume López.

Entre los Deliciosos del año, están quienes tuvieron que irse… como el conocido baterista de la banda zaragozana Héroes del Silencio, Pedro Andreu. “A pesar de haber recorrido casi 40 países y vivido tanto tiempo fuera, las raíces nunca se olvidan”, asegura el músico, quien recibe este premio con orgullo. “Nací en las Delicias en 1966, toda mi familia ha pasado allí su vida, mis abuelos, mis padres… me gusta que se acuerden de los que también nos tuvimos que marchar”, afirma.

Y los que decidieron quedarse y aún hoy, siguen dedicándose en cuerpo y alma a su querido barrio de las Delicias. Y este es, sin duda, el caso de Jesús Galipienzo, actual presidente de la Asociación Cultural Costumbres Aragonesas, labor que desempeña desde hace 25 años y que, a sus 55, compatibiliza con su trabajo de repartidor de congelado. “La noticia me pilló completamente por sorpresa y me supo un poco… no sé, siempre he preferido estar en la sombra”, admite, todavía emocionado.

Galipienzo comenzó a movilizarse por su barrio desde que tenía 15 años. “Creo que he dado, y sigo dando, mucho mal”, admite. Ahora, la asociación que preside cumple 25 años de actividad y de lucha por el reconocimiento de los valores y las costumbres aragonesas. “Hace 16 años que iniciamos, por ejemplo, una muestra de cine aragonés, en la que proyectamos los mejores cortometrajes realizados por gente de la tierra año tras año”, indica.

Vivir por y para el barrio

“Nací aquí, y todo mi trabajo y mi vida es y ha sido este barrio. Por eso le dedico mi tiempo libre. Porque quiero mejorar las cosas y porque tuve unos padres maravillosos que me enseñaron la importancia de darse a los demás”, recuerda, al tiempo que asegura que les habría encantado verle recibir este premio de la mano de sus vecinos. “Mi padre era navarro y mi madre aragonesa pero pronto se mudaron aquí, siempre me decían que uno no es de donde nace sino de donde pace”, bromea.

El último Delicioso del año es Jesús Serrano, aunque la mayoría de sus vecinos lo conocen como ‘El cartero’, oficio que ha desarrollado durante toda su vida en el barrio, tal y como hizo su padre en lo que se denominaba ‘Ciudad Jardín’. Además, el zaragozano de 66 años formó parte de la primera comisión de fiestas del barrio. “Reconozco que no me gustan mucho estas cosas, todo lo que hago lo hago porque lo quiero hacer, desde la humildad y la sencillez”, admite.

Hoy recuerda cómo, desde crío, acompañaba a su padre en las rutas de reparto de cartas por el barrio. Así nacería el gusanillo. “A los 18 dejé mi empleo de tornero y me dediqué al de cartero hasta la jubilación”, explica. “Soy vecino del barrio de toda la vida. He nacido aquí, he vivido aquí y pienso morirme aquí. Porque es mi hogar y un orgullo para mí ser de aquí”, resume Serrano.